La de la
Cuenca Minera es una de las seis comarcas de la provincia de
Huelva, en Andalucía
La
Cuenca Minera de Riotinto se configura como una comarca de transición entre la Costa de la luz y la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Este hecho facilita una buena comunicación con toda la provincia de Huelva y Sevilla, Extremadura y el Algarve portugués.
Desde el punto de vista administrativo esta comarca la conforman
siete municipios, a los que pertenecen también nueve pedanías:
Berrocal,
El Campillo,
Campofrío,
Minas de Riotinto,
Nerva y
Zalamea la Real alcanzando una extensión superficial aproximada de 642 kilómetros cuadrados marcados por la presencia de un río mítico, el Tinto, y por la cercanía de otra ribera, la del Odiel, con las que se delimita el territorio, que aparece encajonado al norte y al sur por zonas montañosas, más suaves en el sector meridional.
Los casi 100 kilómetros de longitud desde el nacimiento del
río Tinto en la Sierra de Padre Caro, hasta su llegada a la Ría de Huelva resultan especialmente originales, por el color rojizo de su cauce y el amarillo-ocre de sus orillas y sus pequeñas playas de arena blanca junto a las frecuentes pozas de aguas ácidas.
Un río singular u atractivo más por su espectacular belleza que por sus valores naturales. Estas condiciones extremas, parecidas a las que se dan en el Planeta Marte, han llevado a científicos de la NASA y del CSIC a iniciar una serie de estudios sobre la vida bacteriana en este río.
El
río Odiel, al igual que ocurre con el río Tinto, queda englobado en la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Nace en las faldas del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, desde donde baja hacia el Andévalo bordeando el Límite Occidental de la Cuenca Minera, encontrándose ya al entrar en el término municipal del Campillo con algunas minas y aliviaderos de aguas ácidas que comienzan a contaminar su cauce limitando de forma radical la presencia de vegetación de rivera en sus márgenes.
Las minas han condicionado paisaje y gentes. Su explotación que se remonta a hace más de cinco mil años, impulsó los asentamientos y forjó un cultura marcada por la constante presencia de otros pueblos, que en su búsqueda de mineral fueron dejando su impronta.
Es su
paisaje minero la pieza clave para entender la esencia de esta comarca. Impresionantes cortas, como Cerro Colorado, Peña del Hierro y Corta Atalaya, con una profundidad de 335 metros y parajes descarnados, marcados por la mano del hombre, son lugar en los que la tierra más profunda sale al exterior, dejando una huella indeleble en el espectacular colorido de estos paisajes mineros.
Junto al paisaje, el
patrimonio minero. Restos y construcciones industriales, entre las que destacan las de factura británica y el ferrocarril, verdadero motor de impulso de la comarca durante más de cien años y que ahora ha resurgido para el uso turístico.
Más info
www.cuenca-minera.es/la-comarca/