Tu amigo no te ha engañado.
La última parte de la subida es bastante estrecha y empinada, y los escalones se hacen más grandes, pero como es ya el último tramo, se hace más animado.
Yo en esa parte iba con la lengua fuera
De todas formas no te preocupes, si los niños tienen ganas de subir ya tienes todo eso ganado, porque cuando hay ganas se hace más corto el viaje.
Si puedes, enséñales una panorámica del Vaticano, que es lo que van a ver cuando lleguen arriba, seguro que les gusta y van con más ganas.
En cuanto al pequeño, si va a la espalda no se va a enterar.
Si tienes más dudas, ya sabes.