Sabía que el parador de
Vielha necesitaba una reforma, pero no imaginaba tanto, al ser un hotel de 4 estrellas
Ubicado a las afueras de la localidad, en plena naturaleza. Es un hotel de montaña, grande, en piedra y pizarra. Tiene notables faltas de mantenimiento, en el exterior del edificio, que da sensación de abandono
Teníamos reservada una habitación extandar. Cuando llegamos allí vimos que daba a la carretera, y que las superiores tenían terraza y mejores vistas
Nadie nos dio la opción de un upgrade
La recepción en general es bastante pasota y despota
A excepción de una chica que está haciendo prácticas.
La habitación está reformada. En tonos claros. Es grande. Igualmente el baño. Aunque es antiguo
El minibar no enfriaba
El servicio de cafetería no es muy bueno. No nos el vino delante nuestra, y no era el que habíamos pedido. No dijimos nada, pero debimos rechazarlo
Por la tarde hay música en vivo. Tienen alguna mesa exterior en torno a la piscina
El restaurante tiene buena cocina, raciones algo excasas. El comedor tiene forma circular y permite una bonita vista
Los desayunos variados como es habitual en paradores, sin nada destacable
Nuestra tarifa incluía spa. Y lo usamos los dos días
Aquí el abandono es notable. Muchas cosas no funcionan. Techos que se caen...
Tiene varias piscinas y jacuzzi. Uno exterior con vistas preciosas. Ese funciona cuando quiere
El gimnasio sólo se puede usar en el horario de apertura del spa, por lo que no lo use. Ya que yo entreno según me levanto y aquí abren a las 11
Tiene piscina de verano y una bonita pradera. Hacia fresco y no la usamos
Las comparaciones son odiosas, pero conociendo este y el de Artiés. Mucho mejor Arties, y más barato