Efectivamente, hay gente para todos los gustos. Y a quien le gusten las playas pequeñas atestadas de gente con tumbonas y sombrillas, los niños gritando, la suegra con la fiambrera, la mesa y las sillas, el chiringuito, el chunda chunda del radiocassette del hortera de turno, las carreteras colapsadas, los niños gritando (sí, lo repetí, pero es que hay muchos
), etc que vaya a Ibiza en verano, disfrutará como un enano. A quien no le guste eso, que se vaya a Menorca, por ejemplo, verá algunas diferencias.