Escapada corta a Menorca en tiempos de coronavirus. Septiembre 2020 ✏️ Blogs de España

No suelo escribir diarios de las escapadas y los viajes cortos, ya que a veces me parece que no es demasiada la información que puedo aportar, pero en este caso he decidido hacerlo porque yo misma tuve muchas dudas si ir o no, y me hubiera gustado ver más experiencias de viajes cortos a Menorca.

En este año sin viajes largos, aprovechamos las vacaciones para hacer pequeñas escapadas por España, y en concreto en Septiembre, que teníamos una semana, habíamos pensado hacer una ruta por Portugal para ir en coche y no tener que ir en avión. Pero hice una escapada con mis amigas a Ibiza y Formentera, (bueno, una sorpresa para mi ya que no sabía a dónde iba porque era mi despedida de soltera, y aunque aplazamos la boda la despedida se hizo igual), y me gustó tanto que al final a mi novio también le entraron ganas de ir ya que nunca había estado en Baleares, a mi Menorca era la única isla que me faltaba por visitar del archipiélago y tenía muchas ganas de conocerla.

Mirando vuelos encontramos una oferta muy buena, sólo 45€ cada uno desde Santiago en vuelo directo, la pega, es que tenía que ser de domingo a miércoles, con lo que desaprovechábamos varios días de vacaciones y era muy poco tiempo allí, teniendo en cuenta que además al ser finales de Septiembre los días eran ya bastante cortos. El resto de los vuelos de la semana tenían escalas bastante largas y con el tema COVID no nos apetecía andar por varios aeropuertos. Tardamos en decidirnos pero al final era lo que más nos apetecía así que compramos, en los dos días que nos lo pensamos el vuelo subió a 65€ cada uno pero seguía siendo muy buen precio.

Santiago - Mahon 27/09/2020 16:20 - 18:10
Mahon - Santiago 30/09/2020 18:40 - 20:45

Para el alojamiento, decidimos quedarnos en la Ciudadela, ya que si te quieres mover por varias zonas de Menorca es lo que está mejor comunicado. Yo si volviera repetiría esta opción, aunque tal vez para familias que vayan más tiempo y no quieran moverse todos los días alojarse en una urbanización tipo Cala Galdana puede ser una buena elección.

Nosotros elegimos los Apartamentos Ferrer Skyline porque había zona para aparcar en la calle y también opción de parking, buen precio y cancelación gratuita hasta el día anterior. Las 3 noches nos costaron 165€, y quedamos muy satisfechos. El apartamento era muy grande y cómodo, si es cierto que algunas zonas se veía que no estaba nuevo, pero es lógico en las zonas turísticas, además cogimos una habitación estándar pero teníamos vistas al mar. Tiene dos piscinas pero nosotros no las usamos.



También alquilamos un coche, no sé cómo será hacer este viaje en transporte público pero a mi la verdad me parece imprescindible poder moverte a tu aire. Debido a las opiniones del foro, decidimos alquilar con una empresa de la zona que tiene muy buena fama, Autos Valls. Tengo que decir que nosotros no quedamos tan contentos, el coche que nos dieron aunque estaba bien no era muy nuevo, y todos los coches que he alquilado en Baleares, siempre en empresas locales han sido bastante nuevos, y no estaba muy limpio, que con los tiempos que corren me parece algo básico. Además, en el momento no me di cuenta, pero al día siguiente cuando daba el sol el cristal tenía mucho polvo y costaba ver bien, y fui a echarle agua con los limpiaparabrisas y no tenía. Así que la impresión que me llevé es de que te dan el coche sin revisar. Nos costó 64 euros con seguro a todo riesgo sin franquicia y sólo un conductor. Si volviera a Menorca no repetiría.

Elegir las calas y playas que visitar en Menorca no es sencillo en tan pocos días, hay muchos sitios bonitos y no siempre resulta práctico estar moviéndose todo el rato. La primera vez que fui a Baleares, o más bien la segunda ya que la primera fue de pequeña, tenía esa idea de ir con el coche parando en calas y viendo el paisaje, pero esta idea tan idílica en realidad no funciona así, porque el aparcamiento suele ser bastante limitado (salvando excepciones de playas grandes claro), y además no siempre los accesos son rápidos y fáciles. En Menorca esto se complica ya que muchas de las calas más famosas cumplen estas dos condiciones, y además para ir de una playa a otra no hay carretera por la costa, lo cual aunque estén cerca hay que dar un rodeo. Si existe un camino que rodea la isla, el Camí de Cavalls, un camino bastante agreste por donde no pasan los vehículos motorizados, y en algunos casos es la única manera de llegar a las calas. Así que es posible que si quieres abarcar un montón de calas, pierdas más tiempo en el coche, entre el camino y el aparcamiento, que disfrutando de la cala.

Además en Menorca, hay que tener en cuenta otro factor, el viento. Recordad siempre esta máxima : Si sopla el viento del norte, hay que ir al sur, y si sopla viento del sur, al norte. Esto es muy importante sobre todo por el tema de las medusas. Podéis consultarlo en esta página web https://es.windfinder.com/

Teniendo en cuenta estos dos puntos, hicimos una lista de las playas imprescindibles que queríamos ver, y alguna otra opción por si el viento nos jugaba una mala pasada. Decidimos centrarnos en las playas ya que era lo que nos interesaba en tan poco tiempo, pero en Menorca también podéis hacer otras visitas, a pueblos, yacimientos arqueológicos… Podéis informaros en el foro sobre Menorca, yo no profundicé demasiado en lo que hay que ver https://www.losviajeros.com/foros.php?f=71&cl=Menorca

En el sur queríamos ver si o si :

Cala Macarella y Macarelleta
Cala Mitjana y Mitjaneta
Cala Turqueta

Si el viento era siempre del norte, también llevábamos anotadas Cala N’Brut y Cala Binidali. Además, hay una playa muy recomendada, que se llama Escorxada, pero el acceso es complicado y de una hora caminando, hicimos algunos caminos largos, pero este ya sobre el papel nos parecía demasiado para el poco tiempo que estábamos.

En el norte, Cala Pregonda era el imprescindible que llevábamos anotado, y también nos apuntamos Cala Morell por si aumentaba el viento del sur más de la cuenta.

Además en la zona este de la isla, hay otras calas recomendadas, como Cala Tortuga, especialmente para el snorkel, ya que es una zona protegida, y además se encuentra cerca del bonito faro Favàritz, pero esta zona la descartamos por tiempo.

Hicimos una excepción en nuestro plan playero, porque había un lugar que si queríamos visitar, Binibeca Vell, un pueblo blanco que es una preciosidad.

También llevábamos una lista de lugares en donde ver la puesta de sol:

Cova d'en Xoroi, un famosísimo bar que está en la misma roca de un acantilado, hay que pagar una entrada de 15€ y suele haber colas, finalmente lo descartamos pero no puede faltar en una lista de estas características.
Faro Punta Nati
Playa de Son Bou
Bar Sa Posta de Sol
Pont d’en Gil

Comentaros también, que hay muchas más calas famosas en Menorca, con acceso fácil y todos los servicios, que serían recomendables también sobre todo en casos de familias, o gente con movilidad reducida, pero nosotros nos centramos en lo que nos parecía más atractivo y factible para nuestra situación.

Ahora sí, ¡comenzamos!

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Hoy no parece un día de viaje, y es que como el avión sale por la tarde, nos levantamos y preparamos todo tranquilamente. Después de comer algo en casa, nos vamos para Santiago.

El aeropuerto está más vacío de lo normal, incluso para ser finales de septiembre, eso sí, los trámites son muy rápidos. La experiencia volando en pandemia, tanto en este viaje como en el anterior, no fue mala, aunque sí es verdad que noté que Vueling dejaba muchas filas vacías y al mismo tiempo, te juntaba con otra gente, le oí a un miembro de la tripulación que repartían los asientos por zonas, por eso pasaba eso, y no lo entiendo la verdad, y además siguen ofreciendo comida y bebida en el vuelo, lo que ya te da una “excusa” para quitarte la mascarilla, personalmente creo que deberían suspender ese servicio pero bueno, todo el mundo iba con mascarilla y comportándose bien así que no tuvimos problema.

Llegamos a la hora prevista, y después de recoger las maletas (ahora hay que facturar todo), salimos al parking para recoger el coche. Nos vino a buscar una van para llevarnos a la oficina que está muy cerca del aeropuerto.

Después de realizar todos los trámites, enseguida nos ponemos en marcha, el objetivo para hoy es intentar ver el atardecer así que decidimos ir a la playa de Son Bou por cercanía, porque no nos da tiempo a ir a los lugares más lejanos, y en la Cova d’en Xoroi, que también está cerca, nos arriesgamos a no tener sitio.

El camino hasta Son Bou es corto y ya empezamos a vislumbrar las típicas urbanizaciones Menorquinas, que por cierto nos parecen muy bonitas.


Llegamos a la playa y lo primero que nos sorprende es que hace bastante fresco, a partir de mañana suben un poco las temperaturas y la verdad es que más vale porque la arena está super fría.


La marea está muy alta y casi no hay hueco para ponerse, pero encontramos un sitio y vemos un atardecer precioso, en parte gracias a las nubes que parecen colocadas estratégicamente.



Nos encantó ver aquí la puesta de sol, en algunas ocasiones en otros viajes nos hemos quedado con las ganas de ver atardeceres espectaculares, así que ya me siento feliz y los dos convenimos en que ya aunque sólo sea por este momento ha merecido la pena elegir Menorca. Aún no sabíamos lo que nos esperaba los días siguientes…


Después de la puesta de sol, nos vamos hacia la Ciudadela, aún nos queda un ratito hasta el hotel. Antes, hacemos una parada en el supermercado, ya que el plan que tenemos es desayunar en el apartamento, y comer de picnic en la playa para ahorrar tiempo.

Hacemos el check in y quedamos muy contentos con el alojamiento, y nos cambiamos para ir a cenar. El apartamento está a unos 15 minutos andando del centro, pero decidimos llevar el coche porque al final se nos ha hecho tarde y encima hace un frío considerable.

Llevo algunos sitios apuntados para cenar, y nos decidimos por uno de tapas, Moriarty. Nos costó un poco encontrarlo, pero nos da igual porque da gusto pasear por la Ciudadela, me pareció preciosa y super limpia y cuidada, eso sí, no se nota el ambiente que debe de haber aquí en temporada alta sin pandemia…

El Moriarty, como muchos restaurantes en Menorca, al menos según lo que vimos nosotros, tiene un patio interior precioso, pero sólo hay sitio “dentro”, lo digo entre comillas porque realmente está un poco abierto, así que nos sentimos muy cómodos con el tema coronavirus aunque suponga tener algo más de frío.

El restaurante nos gustó mucho, ya por el propio sitio, y la comida estaba rica, aun me quede con ganas de volver para probar otras cosas. Tiene una amplia carta de cócteles y la verdad estaban haciéndolos a nuestro lado y tenían muy buena pinta, aun así, yo me decidí por probar una pomada. La pomada es una bebida menorquina que lleva Ginebra, destilada en Menorca, y limonada, y se suele servir con hielo picado o como un granizado. Tomamos papas arrugás, una tabla de quesos menorquines con confitura de tomate y uvas, chips de berenjenas con miel, croquetas y de postre, mousse de chocolate blanco. Estaba todo muy rico y recomiendo el sitio la verdad.



Nos vamos al hotel a descansar, y esperando que las predicciones de tiempo se cumplan y suba un poquito la temperatura.

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Amanece nuestro primer día en Menorca y lo primero que hago es salir a la terraza, el día pinta bastante bien…


Nos levantamos bastante temprano, la intención que llevamos es de llegar a la playa sobre las 9:30, la verdad es que a esa hora apenas hay gente, que suele empezar a llegar a partir de las 10:30 o 11, pero ya os aviso que temporada alta esto no es así, y he leído que gente llegando a las 10 y ya tenía poco sitio para aparcar...

Mientras desayunamos, comprobamos que las predicciones de tiempo se cumplen y hoy hará viento del norte (bueno más o menos ya que venía un poco de lado también), así vamos pasar el día en las playas del sur.

Quiero hacer un pequeño inciso, desde hace un tiempo, el parking de Macarella en temporada alta, cierra y sólo se puede acceder con transporte público desde Ciudadela. Podéis consultar los horarios aquí http://mou-tmenorca.com/Contingut.aspx?IDIOMA=2&IdPub=8415
No sabíamos como nos lo íbamos a encontrar, pero sabemos que llegando a la zona, hay carteles que indican si los parkings están abiertos y libres, tanto de Turqueta como de Macarella.

Nosotros íbamos a improvisar en función de lo que nos encontraramos. Al final, estaban los dos parkings abiertos, y decidimos empezar en Cala Turqueta.

El acceso desde el parking es fácil, de más o menos 10 minutos, y tiene una zona de picnic a la sombra antes de la arena. Nuestra primera visión es algo a lo que nos tendremos que acostumbrar en este viaje, bastante alga en la playa, yo ya había leído que este septiembre estaba habiendo mucha alga en las playas del sur, y también un poco de olor a lo que yo llamo “marea baja”, es decir, a mar pero mal jeje. La playa nos gusta pero he de decir que me esperaba un poquito más de esta cala, supongo que sin las algas y el olor será mucho mejor.



La temperatura aún es algo baja, pero yo me doy un baño más pronto que tarde y la temperatura es buena aunque más fresca que hace unos 15 días en Ibiza.


Nos hemos puesto en la esquina contraria a la que entras por la playa, y vemos que hay un camino por el que la gente va y viene, suponemos que será algún tipo de mirador ya que el Camí de Cavalls parecía empezar más atrás, mi novio se va a explorar y al poco tiempo vuelve y me dice que coja las cosas y suba.

La verdad es que nos encontramos con un mirador precioso, con la piedra blanca super bonita y desde donde se aprecia a la perfección el color turquesa que da nombre a la cala.



Además no hay nadie, el sol no pega fuerte así que nos ponemos en un rincón a disfrutar de las vistas. La única pega es que no te puedes bañar desde ahí (hay una zona con escalera pero hay bastantes rocas y oleaje) pero como no hace demasiado calor no nos importa, es un justo precio por la soledad y las vistas, y además sin ese olor que traen las algas.



Aquí aprovechamos para sacar “el vermut” que hemos comprado ayer para todos los días de playa. Nosotros llevamos una nevera pequeña de tela para esto y la comida, pero si no, una bolsa isotérmica os hará la misma función. También llevamos unos acumuladores de frío que metíamos en el congelador, y es que de la experiencia otros viajes me daba pereza andar pendientes de comprar hielo.


Después de un buen rato disfrutando de nuestro rincón secreto, y en vistas de la gente que hay en Turqueta, decidimos intentar llegar a Macarella caminando para no arriesgarnos a no tener donde aparcar.


Supuestamente, hay unos 45 minutos andando por el Camí de Cavalls, pero decidimos seguir “el camino” que nos llevó hasta allí porque vimos pasar a un ciclista. No sabemos a ciencia cierta si este es el Camí, aunque si no lo fuera, suponemos que en algún momento se juntara con el camino principal, todo esto es especulación que no tenemos cobertura para mirar en el GPS.

Comenzamos a andar, y no vemos un alma, aun así vamos siguiendo las marcas de la bici, así que a algún lugar llegaremos, y además podemos ir sin mascarilla. Por cierto, hablando de la mascarilla, en principio es obligatoria al entrar en la playa pero he de decir que mucha gente no lo cumplía, noté más relajación en este tema que en la península, al menos comparado con Galicia, aunque se cumplía mucho más que en Ibiza. También es cierto que al final estábamos siempre en exteriores y respetábamos las distancias así que nos sentimos seguros.

Por momentos vamos cerca del mar y nos recuerda vagamente a los caminos de trekking que hicimos en la Cinque Terre, en Italia.


Al cabo de unos 15 minutos llegamos a un cruce y efectivamente damos con el Camí de Cavalls, lo reconoceréis porque tiene algunas señales como estas.


En este camino sí que ya nos encontramos con más gente, y hay momentos que es un poco más agreste que en otros, aunque es bastante factible.

La primera playa que nos encontramos es Macarelleta, pero está muy llena de gente, así que decidimos seguir a Macarella.


Para recorrer el camino entre las dos hay dos formas, una que va por fuera por el acantilado y otra por el Camí, para meterse en el camino del acantilado hay que ir primero por la playa, así que decidimos ahora seguir el Camí y luego volver por el otro lado. Quizá este tramo del Camí me pareció el más incómodo, por los desniveles, hay que tener cuidado y es mejor no ir en chanclas.

Llegamos a Macarella y hay gente pero se puede estar bien, el problema son de nuevo las algas, creo que este es el motivo de que haya tanta gente en Macarelleta, porque además de en la arena (yo había visto fotos de esta playa con arena blanca tipo caribe), hay un banco grande en el agua que ocupa toda la orilla. Aun así la playa es muy bonita.


Nos acomodamos y nos vamos a dar un baño, y la verdad es que bastante incómodo pasar todas esas algas, de hecho mi novio va por las rocas jeje, pero una vez has llegado más al fondo el agua es preciosa, no hemos cogido las máscaras de snorkel pero si estás justo en medio no hay mucho que ver, no sé si al irse por las rocas habrá, pero es verdad que estas playas no son las mejores para el snorkel.
Después del baño, comemos y aprovechamos para descansar un poco ya que está todo bastante tranquilo.


Ya es hora de cambiar, no nos apetece volver a pasar el banco de algas para bañarnos, y nos vamos a Macarelleta, a ver si ha bajado cantidad de gente. El camino por el acantilado es una pasada, hay bastantes puntos para hacer fotos aunque no paramos en algunos porque hay gente constantemente y con el tema de la mascarilla es un engorro, pero desde aquí veréis las típicas imágenes idílicas de Menorca, y también una vista plena de Macarella.



A mí esta bajada tampoco me pareció cosa fácil, aunque vi a gente con chanclas e incluso un padre con una niña a los hombros, así que tal vez sea cosa mía.



Sigue habiendo bastante gente, pero como en un rincón ya da la sombra, podemos dejar las cosas y meternos en el agua con las máscaras de snorkel. Esta cala es más pequeña y es fácil acceder a una zona rocosa.

En snorkel no está mal para ver algunas cosas, más o menos tipo del que pude ver en Ibiza, pero ya os adelanto que el norte de Menorca es mucho mejor para el snorkel. No tengo imágenes ya que ese día me olvidé la cámara en el hotel.

Estamos un buen rato en el agua y he de decir que al salir tenemos que taparnos ya que incluso hace un poco de fresquito, aunque ya hay menos gente así que podemos coger un cachito de sol.


La verdad es que las playas de hoy nos han gustado, sobre todo Macarelleta, aun no habiéndolas cogido en el mejor momento, pero de lo que hemos disfrutado un montón es del camino y los miradores.

Tenemos que recogernos pronto, ya que queremos ver el atardecer y aún tenemos que deshacer el camino hasta Cala Turqueta. La vuelta se nos hace más corta y seguimos hasta el final el Camí de Cavalls, en vez de coger el desvío desde el que accedimos a la ida.

La idea es ir a ver la puesta de sol al bar Sa Posta de Sol, así que no nos entretenemos y enseguida estamos de camino. Llegamos allí a las 18:25, cinco minutos antes de abrir, ya que había leído que si no, no había sitio. Ya hay cola, aunque somos pocos, pero dan las 18:40 y allí no viene nadie, pasa un vecino y nos dice que no cree que abra hoy, que suelen abrir antes de tiempo y como ya estamos en temporada baja a veces no abren, nos llevamos un chasco pero hay que pensar una alternativa, así que veo que Pont d’en Gil está cerca y nos decidimos.

Paramos a comprar unas cervezas, ya que nos hemos quedado sin los mojitos que pensábamos tomar y llegamos al aparcamiento rápidamente.

Desde el aparcamiento hasta la zona de mirador hay unos 15 minutos caminando, por un paisaje muy curioso que da la sensación de estar en la luna.



Al llegar a la zona tendréis que buscar un huequecito donde podáis, no es el sitio más cómodo para sentarse, también os lo digo, pero merece la pena. Hace un frío que pela, menos mal que hemos tenido la previsión de meter las chaquetas en el coche por la mañana. Tenemos la suerte de disfrutar de un atardecer increíble sin ninguna nube, no sé qué tal hubiéramos estado en Sa Posta de Sol, pero casi creo que salimos ganando viniendo aquí…



Con otro atardecer espectacular para el recuerdo, deshacemos el camino y nos vamos al hotel para cambiarnos antes de la cena. Volvemos a ir en coche porque al final no hay problemas donde aparcar y nos ahorramos bastante tiempo.

Hoy nos apetece una hamburguesa, sobretodo porque tenemos dos en el punto de mira con buena pinta. Después de un paseo nos decidimos por Puspaayu, pensábamos que íbamos a tener que comer dentro, pero también tiene un patio interior muy chulo. Nos tomamos dos hamburguesas y unas patatas que había leído que estaban riquísimas, bueno, no son patatas, es boniato que preparan con salsa de trufa y parmesano, además de postre tomamos tarta de queso. La verdad es que estaba todo espectacular, totalmente recomendado. Todo nos costó 35 euros bebiendo coca cola.



Nos vamos a dormir bastante cansados después de un gran día en Menorca.

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