Alcalá del Júcar es un pueblo muy agradable y bonito, en un entorno espectacular. Es una de las postales mas reconocidas de la provincia de Albacete.
Hay bastante información en la web municipal:
alcaladeljucar.net/
Dejamos el coche en el aparcamiento que hay junto al castillo. Antes de llegar hay un bonito mirador panorámico.
Bajamos al castillo, pero al ser medio día estaba cerrado. Lo veríamos a la vuelta.
www.turismocastillalamancha.es/ ...scripcion/
Bajamos entre callejuelas y nos acercamos al puente romano (que no es romano, sino del siglo XVII) y que fue entre otras cosas puesto de aduanas entre el Reino de Aragón y el de Castilla.
El Puente "romano" es uno de sus atractivos. A ambos lados del puente hay numerosos bares de tapas y restaurantes. De aquí parten diversos paseos agradables para toda la familia a orillas del río y alguna ruta senderista.
Hay una playa fluvial en un recodo del Júcar, con posibilidad de paseos en barca, pero se encuentra ahora cerrada.
Comimos base de tapas en Torres Lounge Bar, junto al bar restaurante Entre Hoces. Bastante bien. El servicio se esmeraba aunque estaba lleno, como casi todos los bares de la zona. Me sorprendió un plato: el rabo de cerdo. Crujiente y sabroso.
Comenzamos la vuelta por el mismo camino pero la subida la hicimos por las Cuevas del Diablo:
cuevasdeldiablo.com/
Un lugar curioso y que no solo os retrotraerá a otros tiempos, sino que además es una agradable visita. Las cuevas decoradas de un modo ecléctico nos sorprenden en cada estancia. Al final de la cueva hay un bonito mirador desde el que podemos ver las hoces del río y tomarnos una bebida incluida en los 3 euros de entrada.
La salida por las cuevas del rey Garadén es mucho menos atractiva.
Por último, visitamos el viejo castillo almohade que domina la hoz y el pueblo. Visita imprescindible. No dejéis de subir a las almenas. No mantiene mobiliario, pero las vistas sobre el pueblo son inmejorables y desde aquí podemos apreciar la curiosa plaza de toros irregular, con las gradas esculpidas en la roca de la montaña a la forma de los antiguos anfiteatros griegos y romanos.
En el recinto también hay una casa cueva que nos permite comprender cómo era la vida en estas viviendas rupestres.
Como recomendación fotográfica, las mejores fotos panorámicas son por la mañana hasta el mediodía. La foto de las postales está tomada desde la isleta del río, hacia arriba y por la mañana.