Hola. En nuestra reciente estancia en la ciudad, cenamos una noche en el
Parador de Sigüenza (no estábamos alojados allí, solo hicimos reserva para la cena) . Después de las buenas valoraciones comentadas en el foro, nos apetecía seguir probando gastronomía local en un ambiente especial por la decoración de la sala
De inicio, nos recomendaron un vino de la zona de la carta y, aunque se subía un poco de precio sobre lo que solemos pedir, aceptamos la recomendación. Vuelven y nos dicen que no les queda. Bueno, estas cosas pueden pasar. Por pedir algo de la región, aunque quede lejillos, pedimos un tinto Viña Aljibes (Albacete). Bien, pero sin prisas por volver a pedirlo en otro sitio (20 €). Y, aunque la parafernalia que se monta al probar un vino siempre me ha parecido un exceso, aquí se ve que me leyeron el pensamiento y sirvieron directamente en las copas tras abrir la botella (de nuevo, estas cosas pasan, pero no te lo esperas en un sitio de este nivel)
Siguiendo con mis manías, pedimos Migas de entrante para compartir (15 €). En mi pueblo, al tipo de migas que nos sirvieron se les llama "migas ruleras", porque por un defecto en la elaboración o porque cogieron directamente lo que les quedaba en el fondo de la sartén (no estaban hechas en el momento, pero eso ya te lo esperas, aunque quizás menos de un sitio como este), quitando la capa superior de migas de tamaño y masa razonable, en la parte de abajo del plato te queda una capa de granos de tamaño inferior a medio grano de arroz, duros y sin sustancia (solo la aceitosa del poso inferior de la elaboración). El acompañamiento de torreznos, muy buenos de sabor. Pero en conjunto, siento decirlo, las peores migas que me he comido nunca en un restaurante (independientemente de la categoría y del precio)
De plato principal, mi mujer se pidió Dorada (24 €) (dudaba entre el bacalao y la dorada, pero el camarero le recomendó la segunda). Bien de sabor, pero me comenta que estaba algo seca (perdón por el desenfoque de la foto)
Yo me pedí Cochinillo (26 €). Bastante bueno, pero recalentado. Y aunque el producto era de buena calidad, el recalentamiento le quita puntos. Las patatas de acompañamiento, prácticamente crudas en algún caso (creo que hasta en la foto se puede apreciar)
De postre, pedimos un Borrachito de Guadalajara (6 €). Bastante bueno, aunque la salsita inferior no acababa de combinar bien (de nuevo, perdón por el desenfoque, estaba menos inspirado esa noche de lo ya habitual, pero para que podáis ver lo que ponen)
Con servicio de pan, agua y café solo, la cuenta se fue a 100,90 € (80,90 € sin el vino, que es como intento valorar la relación precio/calidad en general). Claramente excesivo para la calidad de lo que comimos.
En resumen, la sala está muy bien. Merece la pena acercarse al Parador para ver lo que te dejan, aunque no te alojes allí. Pero como restaurante, yo no lo recomendaría