Hemos estado en Peñafiel, y por fin hemos podido visitar el castillo (el año pasado estaba cerrado por prueba ciclista).
Por supuesto que esta villa merece una visita, ya sólo el castillo y el coso son impresionantes.
Quedamos maravillados con este restaurante: Molino de Palacios, Av. De la Constitución, 16, 47300 Peñafiel.
Abren sólo para comidas, cenas me parece que grupos por encargo, y para asegurar el sitio, mejor reservar, tienen dos turnos, a las 13.30 y a las 15.30. Su especialidad es el lechazo, que si se quiere, hay que encargarlo. Pero MERECE LA PENA, el mejor lechazo que hemos tomado en la vida, al pariente no le da más el cordero y le encantó. El café, de pote, nos sugirieron tomarlo fuera, tienen una pequeña y preciosa terraza al aire libre, al lado del río, que tiene hasta su playita y patos salvajes. El edificio, que es un antiguo molino reformado, el entorno, la comida, la atención, fueron espectaculares. No es barato, pero el precio nos pareció justificado.
Bueno, y Peñafiel es una pasada, que parece que sólo visitamos el restaurante
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