MARRUECOS : RUTA DE LAS MIL KASBAHS
En Semana Santa del año 2008 hice con un par de amigos una ruta en coche por Marruecos que incluía varias ciudades y algo del sur : Marrakech, Rabat, Meknés, Fez, ruta de las mil kasbahs ...
Sobre las ciudades ya hay bastante información en el Foro, me centraré en el recorrido por el Atlas, breve pero intenso.
Conducir por Marrakech es algo tenso, pero tampoco nada del otro mundo, no es El Cairo, desde luego. Preguntando, logramos encontrar la salida hacia Ouarzazate y comenzamos a atravesar las montañas. El recorrido tiene bellos paisajes de la cordillera y valles, con nieve en las cimas de más de tres mil metros. El punto de máxima altura es el puerto de Tizi-n-Tichka, a 2.260 metros, el 2º (edito) más alto de Marruecos. Pasamos por pequeños pueblos remotos de aire medieval en los que recomiendo parar por varios motivos : admirar la arquitectura tradicional (aquí no ha llegado aún el bloque de hormigón) de piedra, madera y barro mezclado con paja; recorrer sus "calles" de tierra y piedras; ver a sus amables habitantes, sobre todo los niños que aparecen por todas partes con unas inmensas sonrisas en la cara. Y hacer fotos, claro. Esto es el Marruecos profundo, aquí no hay turismo, es la auténtica vida en los miserables pueblos del Atlas, donde la gente, a pesar de sus evidentes carencias materiales, parece feliz, principalmente los niños. Los pueblos se confunden con el paisaje, barro con barro, no hay calles asfaltadas, no hay coches, en todo caso, burros de carga. Sólo destacan los marcos de las ventanas, pintados de blanco sobre el barro, que camufla las casas en un entorno demasiado árido, sin apenas vegetación.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Montañas del Atlas
Pueblo de barro en las montañas del Atlas
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Muestras de la arquitectura popular
AIT-BEN HADDOU : Patrimonio de la Humanidad, tiene una estampa espectacular, es la imagen de un conjunto urbano que nada tiene que ver con los nuestros. Es como un conjunto de castillos de barro a los pies de una colina y al otro lado de un riachuelo, con el desierto al fondo. Lo mejor es la vista general desde la parte nueva de la población. Para acceder al núcleo hay que atravesar el arroyo pisando sobre las piedras y los sacos de arena allí puestos. No hay puentes, sólo unos camellos para el que quiera pagar la turistada cruzando en ellos. Si baja mucha agua, son recomendables. Si baja muchísima, no se puede pasar. Los dueños de los camellos, cómo no, pretenden cobrar por incluir a estos en la foto. Yo no pago por eso, así que nada de camellos. Nada más cruzar, se acercan marroquíes vestidos de azul tuareg para indicarte la entrada y cobrarte la entrada para gastos de conservación. Ya me entran dudas de si será un timo. Mis amigos y yo nos miramos, miro al poli que hay allí y me dice que sí que hay que pagar. No recuerdo el precio, no es caro, pero otro "tuareg" nos propone hacer de guía por más dinero. Regateamos, pero no baja lo suficiente y no aceptamos, pasamos sin él. Por dentro, aunque hay rincones bonitos, no está a la altura del conjunto exterior, pero vale la pena, desde luego, también hay buenas vistas.
Ait Ben Haddou, Patrimonio de la Humanidad
OUARZAZATE : El pueblo en sí no tiene más interés que la magnífica kasbah de Taurirt, una de las más interesantes de Marruecos. Es de grandes dimensiones, en parte de ella viven varias familias; en otra zona, más cuidada, se pueden visitar diferentes estancias con bellos artesonados y otros motivos decorativos, que también se aprecian en los altos muros de la fortaleza, toda ella construida con barro y paja fundamentalmente. En Ouarzazate hay también un estudio de cine, pero no lo visitamos. Nos alojamos en el Hotel Ametis Club Karam, un 3 estrellas con una buena relación calidad-precio.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Dos imágenes de la parte habitada de la kasbah de Taurirt
Zona del palacio en Taurirt
Nos dirigimos hacia el este por el amplio valle del Dades y comenzamos a ver las numerosas kasbahs que hay en esa ruta, destacando la de Amerhidil, convertida en hotel. Paramos en algún pueblecito con kasbahs en ruinas y en Skoura para dar una vuelta por el mercado.
HACIA BOU THARAR : en Kelaa M´Gouna nos desviamos hacia Bou Tharar porque había leído en este Foro que valía la pena hacer esa ruta. Y claro que vale la pena, pero con un 4x4. Si no, es demasiado duro. Al principio la carretera está asfaltada, aparecen magníficas kasbahs a ambos lados. Al cabo de varios km y después de un pueblo en un bonito valle, el asfalto desaparece y solo hay un camino. A pesar de llevar un turismo normal (Peugeot 206), decidimos continuar, el firme estaba bien, pero poco a poco se fue poniendo peor, con mucha piedra. Por aquí no había nada, solo un paisaje desolador, pero al parar a hacer una foto aparecen tres niños de no sabemos dónde y que andan por el monte con las cabras (¿comerán piedras?). Están llenos de mocos y les damos caramelos, el más pequeño no para de llorar. En varias paradas que hicimos contemplamos asombrados que salían niños de todas partes, aunque en principio no se veía ninguno o estaban lejos. Más sobre este aspecto, bastante emocionante del viaje, en este tema
www.losviajeros.com/ ...mp;t=80130. Seguimos por aquel calvario (para el coche y para nosotros), cada km se nos hace eterno, la velocidad es de 10 km por hora, no puedes ir a más. El camino empieza a subir una pequeña montaña y tras la curva aparece un bellísimo paisaje cuya vista nos compensa haber llegado hasta allí. La panorámica es muy amplia, se contemplan las montañas rojizas y dos cauces de sendos ríos de poco caudal, que se juntan y en ese punto, el pueblo de Bou Tharar, con dos partes, la antigua a un lado del río y la nueva, al otro, unidas por un puente. Aprovechamos para comer allí mismo unos bocadillos contemplando el magnífico paisaje y el milagro que supone el agua en un desierto. Bajamos hasta el pueblo, cruzamos a la parte vieja y como ni de coña queremos volver por el mismo sitio, preguntamos cómo salir de allí por la mejor vía. Nos dicen que es por donde hemos venido, que salir hacia la garganta del Dades, como queremos, es peor y nos podemos perder. Uno de ellos nos propone hacer de guía con la moto por una cantidad que nos parece abusiva. No aceptamos y tras preguntar varias veces, decidimos continuar solos. Al principio, el camino, bien, de tierra; poco a poco, más piedras, más despacito, hasta que ocurrió, se pincha una rueda. Vamos a cambiarla, no pasa nada, tráfico no hay, jeje. Fue muy complicado : el gato falló dos veces, la segunda, al ver que iba cediendo por el terreno blando y sin rueda puesta, nos agobia un poco, haría que el coche cayera sobre el palier y se rompiera. Sería un problema gordo, no se puede circular con coches de alquiler por caminos; ¿llegaría una grúa hasta allí? Por allí no pasaba nadie...Buff, colocamos una piedra grande bajo el coche donde pensamos que resistiría el impacto y lo más pegada a la carrocería. Como temíamos, el gato se cae y el coche queda apoyado en la piedra : ¡¡¡menos mal!!! Al final, con el tercer intento, logramos poner la rueda nueva y mientras colocamos la de repuesto bajo el coche, mi amigo JC me da un codazo tan fuerte en "tol" ojo derecho, que me queda morado durante quince días. En eso, llega un camión del pueblo, nos ofrecen su ayuda, pero ya no hace falta, aunque para salir de allí nos viene muy bien, hay un par de cruces y no sabemos el camino. Tras doce arduos km que nos llevan más de una hora, llegamos al asfalto : nunca algo tan horrible nos pareció tan bello. La emoción, al descubrirlo, no pudo ser menor que cuando Colón avistó tierra americana por primera vez. Casi beso el suelo, como el Papa.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Vistas del valle de Bou Tharar
Nos quedamos a dormir en Ait Youl, allí cerca, donde vimos un hotel ("La Kasbah") en lo alto de una colina en medio del valle del Dades. Espectacular la situación y buen precio, lo recomiendo, como también la cena en él.
GARGANTA DEL DADES : desde Ait Youl hasta la garganta, el valle del Dades gana en belleza, sucediéndose las kasbahs o grupos de ellas en magníficos emplazamientos junto al río. No hay que perderse este recorrido, son pocos km muy gratificantes, hasta la llegada a la garganta, tan estrecha, que la carretera opta por elevarse y separarse del río. En lo alto, un mirador, punto final para nosotros en esta dirección. Quizás en otra ocasión continúe hacia el interior, me gustaría.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Valle del Dades
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Garganta del Dades
TINERHIR : volviendo sobre nuestros pasos, accedemos a la carretera general en Boumaine du Dades, donde nos reparan la rueda. De allí a Tinerhir, un pueblo bastante grande, con una sorprendente situación donde el cauce del río, tras salir de las montañas, se abre al desierto en un enorme oasis con miles de palmeras. Recomiendo contemplar todo el conjunto de la ciudad, el oasis y las montañas desde la terraza del Hotel Sarhro (no hay que estar alojados en él; un empleado os acompañará y le dais una propina, 500 € o así, se conforman con poco
). La parte nueva de Tinerhir no tiene ningún interés, pero bordeando el oasis se ven varios ksur, pueblos de barro con muy buena pinta, nosotros no fuimos.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Dos vistas de Tinerhir y su oasis
GARGANTA DEL TODRA : desde Tinerhir parte la carretera hacia la garganta, a la que se llega tras pocos km. Se puede pasar en coche, la carretera continúa a través de ella, pero lo mejor es aparcar e ir a pie, sólo son unos 300 metros en los que las altas paredes de piedra se separan únicamente por una docena de metros. Es muy corta la garganta, pero impresiona. Inmediatamente, desaparece y el espacio se abre. Nosotros continuamos luego un poco en coche por la carretera en obras y recogimos a un chico marroquí y lo llevamos hasta Tamtattouchte, pueblo con bonitas kasbahs. Nos invitó a un té en su casa, muy simpático y hospitalario, como los son todos.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Garganta del Todra
De allí, regresamos a Tinerhir y tras dudar si merecería la pena llegar a Erfoud, decidimos tirar ya hacia el norte por Er-Rachidia, Midelt etc... Este recorrido ya no tiene el interés paisajístico y monumental del resto de la ruta, únicamente los primeros km al salir de Er-Rachidia en que se pasa por un embalse y por la garganta del Ziz, pero que no tiene la grandeza de las otras.
La ruta de las kasbahs se puede hacer más amplia recorriendo también el valle del Draa y llegando a Erfoud, no hemos visitado esas zonas, pero seguro que volveremos en otra ocasión, nos quedamos con ganas de más.
Las carreteras están bien, no hay la menor dificultad en realizar este recorrido en un coche normal, salvo la desviación a Bou Tharar, que recomiendo sólo en sus primeros km, hasta que se acaba el asfalto. La ruta de las mil kasbahs es un recorrido muy gratificante, por la belleza del paisaje, por los cientos de castillos (kasbahs), por su autenticidad, por la amabilidad de la gente, por su silencio, por su soledad, por sus colores, por su luz, por sus contrastes... Pero sobre todo, sobre todo, porque si uno va por allí es que está de vacaciones y no tiene que trabajar
.
Más fotos de esta ruta y del viaje completo en
www.losviajeros.com/ ...marruecos/