Este año decidimos quedarnos en Europa y explorar los Países Bálticos por libre durante 16 días en agosto. En febrero, con la emoción de la aventura en mente, compré los billetes de avión. Esta vez partiríamos desde un aeropuerto cercano, el de Alicante, lo que nos ahorró largos desplazamientos en coche.
Nuestro viaje comenzaría con un vuelo de Air Baltic rumbo a Vilna, la capital de Lituania, y terminaría en Estocolmo, desde donde regresaríamos con Norwegian.
Ruta del viaje:
Día 1: Alicante ✈️ Vilna
Día 2: Explorando el centro histórico de Vilna
Día 3: Excursión a Kaunas
Día 4: Visita al castillo de Trakai
Día 5: Vilna
Día 6: Riga – Excursión a Jūrmala
Día 7: Riga – Palacio de Rundāle
Día 8: Riga Tallin
Día 9: Descubriendo Tallin y el Museo al Aire Libre de Estonia
Día 10: Ferry a Helsinki
Día 11: Helsinki – Excursión a Suomenlinna
Día 12: Helsinki – Visita a Porvoo y tarde en el parque de atracciones Linnanmäki
Día 13: Helsinki Estocolmo
Día 14: Explorando Estocolmo
Día 15: Palacio de Drottningholm, Museo Vasa y Skansen
Día 16: Estocolmo ✈️ Alicante
A lo largo del viaje, creo que hemos probado casi todos los medios de transporte posibles: avión, barco, coche, barca, tren, tranvía, autobús, ferry y metro. Jeje
La aventura comenzó a las 5 de la tarde, cuando nuestro avión despegó puntualmente desde el aeropuerto de Alicante con destino a Vilnius, haciendo una breve escala de una hora en Riga. El vuelo transcurrió sin contratiempos, y la emoción de pisar tierras bálticas por primera vez iba en aumento.
Finalmente, aterrizamos en Vilnius a medianoche. Ya con ganas de descansar, pedimos un Bolt, que en unos 15-20 minutos nos dejó en nuestro apartamento, donde nos alojaríamos durante las próximas cuatro noches.
Con el cansancio del viaje, pero también con la ilusión de empezar a descubrir la capital lituana, nos fuimos a dormir.
¡Mañana comenzaría nuestra verdadera exploración de Vilnius!
Nuestro primer día completo en Vilnius comenzó con un desayuno en un Mac Café cercano. Desde allí, nos lanzamos a descubrir el centro de la capital lituana.
Nuestro apartamento, reservado a través de Airbnb, estaba estratégicamente ubicado a 150 metros del mercado Halės Turgus, lo que nos permitía movernos fácilmente a pie. En apenas 5 minutos llegamos a nuestra primera parada:
Puerta de la Aurora
Esta es una de las pocas puertas que quedan de la antigua muralla de la ciudad. Es famosa por albergar una pequeña capilla con una imagen de la Virgen María que, según la tradición, ha hecho muchos milagros.
Un poco más adelante, nos encontramos con la impresionante
Iglesia Ortodoxa del Espíritu Santo.
Construida en el siglo XVII, esta iglesia es uno de los principales templos ortodoxos de Vilnius. Su arquitectura destaca por los frescos y su estilo barroco.
Seguimos nuestra ruta visitando algunos de los templos más emblemáticos de la ciudad
Iglesia de San Casimiro
Es una iglesia barroca, conocida por ser el primer templo jesuita de la ciudad. Está dedicada al patrón de Lituania, San Casimiro.
Plaza del Ayuntamiento
En esta plaza se encuentra el majestuoso Ayuntamiento de Vilnius, rodeado de edificios históricos que reflejan la importancia del lugar.
Iglesia de San Nicolás
Este es uno de los edificios más antiguos de Vilnius, con una mezcla de estilos gótico y barroco. Su interior sorprende por sus detalles y frescos.
Iglesia Ortodoxa de Saint Parasceve
Este templo es un ejemplo perfecto de la arquitectura ortodoxa de la región, conocida por sus frescos de gran detalle y su ambiente místico.
Uzupis: Un país dentro de Lituania
Seguimos explorando el centro de Vilnius hasta llegar a la República de Uzupis, un barrio bohemio que se autoproclamó independiente en 1997. Antes de cruzar su famoso puente, hicimos una breve parada en la Catedral de Theotokos, aunque nos la encontramos cerrada.
Cruzamos el puente y, como dicen, ya estábamos en otro "país".
Dentro de Uzupis, visitamos:
El Ángel de Uzupis
Su Constitución
El Gato de Uzupis
De vuelta al casco antiguo, nos detuvimos en:
Iglesia de Santa Ana
Esta iglesia gótica es una de las más bellas de Vilnius, conocida por su intrincada fachada de ladrillos rojos.
Calle de la Literatura
Una de las calles más encantadoras de Vilnius, la Calle de la Literatura es un pequeño pasaje adornado con placas dedicadas a escritores famosos.
Universidad de Vilnius
La universidad más antigua de Lituania, fundada en el siglo XVI, está en pleno centro de la ciudad. Su campus es un lugar ideal para caminar y disfrutar de la arquitectura histórica.
Antes de comer, hicimos una parada en la imponente
Catedral de Vilnius.
La Catedral de Vilnius es una de las iglesias más importantes del país, con una historia que se remonta al siglo XIV. En su interior se pueden encontrar numerosas tumbas de reyes lituanos.
Hora de comer.
Elegimos un restaurante cercano a la catedral. Era económico (30€ en total para 4 personas), pero la calidad fue normalita.
maps.app.goo.gl/ ...B8?g_st=ic
Por la tarde: Miradores y monumentos
Después de comer, subimos a la
Torre de Gediminas, desde donde se obtienen unas vistas espectaculares de Vilnius.
A continuación, visitamos la
Iglesia de San Pedro y San Pablo
Una de las iglesias más elaboradas de Vilnius, famosa por su interior decorado con cientos de estatuas de yeso y frescos.
Y como cierre perfecto para el día, subimos hasta la
Colina de las Tres Cruces.
Este es uno de los lugares más emblemáticos de Vilnius. Desde la colina, las vistas de la ciudad son espectaculares y la historia detrás de las tres cruces añade una capa de significado a este mirador.
Cena con sabor georgiano
Para terminar el día, cenamos en un restaurante georgiano cercano a nuestro apartamento. La comida estuvo deliciosa y el precio fue bastante asequible: unos 17€ por persona. ¡Totalmente recomendado!
Chačapuri
maps.app.goo.gl/ ...4A?g_st=ic
Después de un día lleno de historia, arquitectura y buenas vistas, nos fuimos a descansar. ¡Mañana seguiríamos explorando Lituania!