Moscú era un destino pendiente en mi lista de viajes.
A principios de enero y como cada año, compramos los billetes en edreams. Volamos con KLM vía Amsterdam.
Empezamos a trazar un itinerario, guía Loney Planet en mano y nos pusimos a trabajar... el resultado fue una expriencia fantástica.
Viajar a Rusia conlleva una serie de trámites, que te pueden llegar a estresar. Hay que solicitar la VISA y para ello es necesario una carta de invitación, que la facilitan normalmente los hoteles y solamente algunos albergues, en nuestro caso tuvimos suerte, el trámite cuesta 95 euros en total, 70 del visado y 25 por la carta de invitación que pagas al albergue/hotel, con tarjeta de crédito.
El visado, lo tramitamos a través de una agencia del consulado ruso en Barcelona, "Iberrorusia" la carta de invitación la solicitamos vía correo-e al albergue, en 48 horas nos la mandaron.
La idea que llevaba de Moscú es, que es una de esas ciudades que no tiene mucho por ver y sencillamente no resulta muy interesante.
Bien, pues la idea que tengo ahora, es que me ha parecido una ciudad preciosa, con muchos contrastes y con un colorido increíble. La hemos vivido con lluvia, con sol y nublada. Es una ciudad que recomiendo visitar.
Primer problema el cirílico, pero esta parte se supera enseguida, a la que llevas unas horas, puedes empezar a “leer” y entender algo.
Viernes día 2
Llegamos a primera hora de la tarde. En el aeropuerto hay autobuses y un montón de taxistas que esperan hambrientos a que alguien les pregunte si están libres, aunque ya se preocupan ellos de ofrecerse. Nosotras fuimos de sobradas y cogimos un taxi, que nos cobró 1.800 Rublos, para llevarnos al centro y tardamos casi 2 horas. Tenía anotado que no hay que coger un taxi, que hay que coger un Bus o "Mini bus" que va hasta la estación de metro de PLANERNAYA, una vez allí sólo teníamos que coger el metro y un cambio de línea hasta Kitai Goród, que era la parada más cercana a nuestro albergue, pero estábamos cansadas y fuimos a lo práctico.
Otro fallo que tuvimos es que cambiamos todo el dinero que teníamos intención de gastar a nuestra legada al aeropuerto y al cambio nos pagaron a 31,40 Rublos, pero es que en el banco volvimos a cambiar y nos salió a 39 R. En fin, son cosas que pasan.
Paisaje en los alrededores de Moscú, de camino a la ciudad.
En el viaje de vuelta cogimos el metro hasta la estación de PLANERNAYA línea 7 y allí un guardia muy amable nos acompañó a la parada de un mini bus que realiza el trayecto hasta SHEREMETYEVO cada 20 minutos, queda justo al lado de la estación de metro y el bus cuesta 28 Rublos. ( es para tirarse de los pelos)
Nos alojamos en Napoleón Hostel, un albergue muy céntrico, digo céntrico porque no tiene nada más, la verdad es que no lo recomiendo a nadie, en todas las guías leí que estaba muy bien, que era bonito, limpio y que para pasar unos 3 o 4 días, podía ser correcto.
Es un cuarto piso sin ascensor y la limpieza no es su fuerte. Nos cobraron 800 Rublos para registrarnos en el albergue, ya que la reserva era para 4 noches. Esto no nos lo avisaron.
Una vez instaladas, salimos en busca de la Plaza Roja, nos situamos y decidimos recorrer tranquilamente las calles de Kitay Gorod.
Las calles de Moscú, no dejan indiferente a nadie...
hasta llegar a la Plaza Roja nos encontramos con multitud de iglesias.
Seguimos disfrutando de su particular arquitectura...
El colorido es espectacular.
Sencillamente impresionante.
Tuvimos suerte, había poca gente...
Después de hacer unas fotos, nos acercamos a [b]la tumba del Soldado desconocido, ya era de noche.
Cenamos en un restaurante Japonés, cerca del Kremlin.
En los cuatro días que hemos estado, no hemos probado ningún plato típico moscovita.
Ese día tocaba realizar la visita al Kremlin, antes pasamos por el mausoleo de Lenin, aunque es una figura de cera, nos pareció interesante, nada que ver con otras visitas similares en otros mausoleos.
La visita al Kremlin, nos ocupó toda la mañana.
Es una de las visitas que no te dejan indiferente.
Salimos y nos fuimos directas a tomar un café en una cafetería de la Plaza Roja. Sabíamos que nos cobrarían lo que no estaba escrito por un café, pero me sentó genial, además es uno de esos sitios muy elitistas y que frecuentan los moscovitas con dinero, por lo que todo el mundo viste con un gusto exquisito. Nosotras íbamos con chirucas y ropa sport, el contraste era evidente.
En esta zona, se ubican centros comerciales de un nivel intocable, las mejores tiendas, ropa, joyas, etc. Todo exageradamente carísimo. A los moscovitas les gusta pagar sumas exageradas por todo y poder alardear de ello, hay un dicho de los rusos pudientes, que dicen, que se enorgullecen de pagar por algo cuyo coste es extremadamente exagerado.
Comimos en un restaurante cerca del Kremlin, esta vez un bufet libre.
Por la tarde tocaba, Monasterio Novodevichy.
Salimos disparadas, hacia la estación de metro, Kitay Gorod (línea 7) para dirigirnos a LUBYANKA y realizar el cambio a la línea 1 hasta FRUNZENSKAYA. En Moscú todo es muy complicado, encontrar una dirección es lo peor, preguntamos y un amable chico nos acompañó hasta la puerta del cementerio Novodevichy, junto al monasterio. Esta visita es recomendable y curiosa.
Después de un largo paseo viendo tumbas, nos dirigimos al monasterio Novodevichy.
Era el día que se celebra la Pascua Ortodoxa en Rusia y nos auto invitamos a una de sus celebraciones.
Cuando salimos, nos fuimos directas al lago, justo detrás del monasterio, estaba completamente helado.
Lago de los cisnes(Convento de Novodevichi)
De nuevo en el metro, nos dirigimos a la estación de ARBATSKAYA, Stary Arbat, es una de las calles más populares de Moscú, con multitud de tiendas y restaurantes.
Este barrio es muy popular en Moscú, andamos y callejeamos todo lo que pudimos. Una anécdota es que no se pueden fotografiar los edificios oficiales ni a personas "uniformadas" ya que si te ven, te obligan a borrar las fotos... nos pasó en la calle donde se encuentra el edificio de la embajada española.
Y... seguimos nuestra ruta...
un original parque infantil.
otra anécdota para comentar, es que llegamos a una zona donde había un parque para niños y a parte de algún que otro columpio, había un tanque de guerra en miniatura, un misil gigante simulando columpios, eso nos llamó mucho la atención.
y continuamos andando...
Catedral de Cristo Salvador de Moscú
Esa noche cenamos en un restaurante italiano.
Desayunamos y nos pusimos camino de Arbat allí conocimos a una pareja de españoles, que nos aconsejaron visitar un mercado en el otro extremo de la ciudad y ya teníamos decidido ir. De nuevo en el metro salimos en dirección a la estación de
PARTIZANSKAYA, justo al lado se extiende en una explanada con un montón de casas, no se sabe muy bien, pero llama la atención por sus tejados de colores. Hay que pagar entrada, pero nosotras entramos por una zona de aparcamiento y nos invitaron a entrar, recorrimos las callejuelas de ese pintoresco mercado, la verdad es que merece una visita, aunque de comprar poco, ya que todo es souvenirs a precios muy económicos, venden de todo...
Comimos en una especie de taberna.
Después de un descanso fuimos directas a la estación de metro
KURSKAYA, queríamos hacer el recorrido del metro en circular. Supongo que el que viaja a Moscú se interesa por estas impresionantes, elegantes pero sencillas estaciones de metro unidas por interminables escaleras mecánicas...
Aquí empezamos nuestro recorrido por las principales estaciones de metro, el recorrido es fantástico, impresionante y muy bonito, de hecho uno de los puntos fuertes de la ciudad. La ruta que hicimos es la que recomienda Loney Planet.
Estación de PROSPEKT MIRA
Nos bajamos en
PARK KULTURY y andamos sin rumbo. Esa noche cenamos en un restaurante cerca del albergue, después de cenar y de darnos una ducha, nos dimos cuenta que sonaban campanas y fue entonces cuando nos acordamos que esa noche se celebra la Pascua Ortodoxa, por lo que nos vestimos rápido y entramos en la primera iglesia que pudimos, la verdad es que es una celebración única.