Ese día tocaba realizar la visita al Kremlin, antes pasamos por el mausoleo de Lenin, aunque es una figura de cera, nos pareció interesante, nada que ver con otras visitas similares en otros mausoleos.
La visita al Kremlin, nos ocupó toda la mañana.

Es una de las visitas que no te dejan indiferente.


Salimos y nos fuimos directas a tomar un café en una cafetería de la Plaza Roja. Sabíamos que nos cobrarían lo que no estaba escrito por un café, pero me sentó genial, además es uno de esos sitios muy elitistas y que frecuentan los moscovitas con dinero, por lo que todo el mundo viste con un gusto exquisito. Nosotras íbamos con chirucas y ropa sport, el contraste era evidente.

En esta zona, se ubican centros comerciales de un nivel intocable, las mejores tiendas, ropa, joyas, etc. Todo exageradamente carísimo. A los moscovitas les gusta pagar sumas exageradas por todo y poder alardear de ello, hay un dicho de los rusos pudientes, que dicen, que se enorgullecen de pagar por algo cuyo coste es extremadamente exagerado.
Comimos en un restaurante cerca del Kremlin, esta vez un bufet libre.
Por la tarde tocaba, Monasterio Novodevichy.
Salimos disparadas, hacia la estación de metro, Kitay Gorod (línea 7) para dirigirnos a LUBYANKA y realizar el cambio a la línea 1 hasta FRUNZENSKAYA. En Moscú todo es muy complicado, encontrar una dirección es lo peor, preguntamos y un amable chico nos acompañó hasta la puerta del cementerio Novodevichy, junto al monasterio. Esta visita es recomendable y curiosa.
Después de un largo paseo viendo tumbas, nos dirigimos al monasterio Novodevichy.


Cuando salimos, nos fuimos directas al lago, justo detrás del monasterio, estaba completamente helado.

Lago de los cisnes(Convento de Novodevichi)

De nuevo en el metro, nos dirigimos a la estación de ARBATSKAYA, Stary Arbat, es una de las calles más populares de Moscú, con multitud de tiendas y restaurantes.

Este barrio es muy popular en Moscú, andamos y callejeamos todo lo que pudimos. Una anécdota es que no se pueden fotografiar los edificios oficiales ni a personas "uniformadas" ya que si te ven, te obligan a borrar las fotos... nos pasó en la calle donde se encuentra el edificio de la embajada española.
Y... seguimos nuestra ruta...


otra anécdota para comentar, es que llegamos a una zona donde había un parque para niños y a parte de algún que otro columpio, había un tanque de guerra en miniatura, un misil gigante simulando columpios, eso nos llamó mucho la atención.
y continuamos andando...
Catedral de Cristo Salvador de Moscú

Esa noche cenamos en un restaurante italiano.