Al igual que en mis diarios anteriores, el objetivo principal es ayudar a todas aquellas personas que quieran viajar a NY, resaltando los sitios más interesantes y compartiendo fotos para que resulte más fácil organizar el viaje y hacerse una idea de que se va a encontrar uno cuando llegue a la Gran Manzana.
Todo el viaje lo organizamos por nuestra cuenta, salvo la excursión al Niágara, que la hicimos con el Corte Ingles, por el tema de que había que coger vuelos internos, transportes, etc (460$ / persona). El precio incluye traslados, vuelos, guía y comida en el Sheraton con unas vistas alucinantes.
Tras muchas semanas leyendo Diarios de esta web, así como viendo documentales y consultando foros, decidimos que ya estábamos preparados para cruzar el charco. Como teníamos disponibilidad de fechas, pudimos coger una buena oferta de vuelos desde Madrid con Air Canadá a través de la web
www.atrapalo.com por unos 415€ / persona, haciendo escala en Toronto. Actualmente hay otras compañías como US Airways que tienen precios muy económicos y con escala en Philadelphia.
Decidirnos por el hotel fue algo más complicado, ya que todos eran muy caros. Comenzamos a plantearnos alojarnos fuera de Manhattan y bicheando en
www.tripadvisor.com oímos hablar de un hotel que me pareció correcto, barato y bien comunicado, el Pan American, situado en QUEEN (Queen Boulevard) justo al lado de la parada de metro (lineas V, N) el cual en 15 minutos te deja en Central Park. El precio fue unos 800€ por 8 noches (wi-fi). Para mí fue un acierto, tanto que en la siguiente visita volvimos a alojarnos en el mismo hotel otras 5 noches. Mirar precios en
www.trivago.es , para mi la mejor web de búsqueda de hoteles.
Ya con todo organizado solo queda embarcar y comenzar nuestra primera gran aventura transoceánica. La segunda visita a la ciudad sería en nuestro viaje a la Costa Oeste, ya que decidimos estar 5 dias en Nueva York de relax... (Ver diario de Costa Oeste)
En lo referente al vuelo, no hubo ningún tipo de problemas con la compañía Air Canada. Los vuelos fueron puntuales y el servicio excelente. Salimos de Madrid temprano dirección Toronto en un B767 muy cómodo y amplio.
La comida servida a bordo no es gran cosa, pero al menos quita el hambre de las alturas:
Tras unas 9 horas de vuelo, llegamos a Toronto, donde obligatoriamente hay que coger las maletas para pasar el control aduanero.
Es en Toronto donde hicimos el papeleo necesario para poder entrar en los EEUU. Nos confiamos tanto que al final casi perdemos el vuelo hasta NY, ya que tuvimos que repetir varias veces el papelito verde (siempre nos equivocábamos en algo) y además nos hicieron abrir las maletas para registrarlas. Tras mucho correr y con el corazón a mil por horas, cogimos el vuelo rumbo al aeropuerto de La Guardia.
Este vuelo de corta duración tampoco tuvo problema. Ya estábamos en New York ¡¡
La primera impresión que recibimos nada más bajarnos del avión, fue el olor a McDonald que hay en el ambiente. Todo huele a perrito caliente, hamburguesas. Nuestro sentido del Olfato comenzó a estimularse, y de qué manera ¡¡¡
Tras recoger las maletas nos fuimos a la puerta y buscamos un teléfono para llamar al hotel, ya que este ofrece a sus huéspedes servicio gratuito de recogida en los aeropuertos de La Guardia y JFK. En 15 minutos nos recogieron en una VAN y nos dejaron en el hotel. El hotel está bastante bien, las habitaciones eran amplias y tiene wi-fi gratuito, además de 2 PC en el hall que también se pueden utilizar.
En la recepción te atienden en español, así que pedimos a un recepcionista que nos orientara un poco, con el tema del metro, mapas, horarios, etc.
Una de las cosas que nos recomendó fue hacer al día siguiente un TOUR guiado con una empresa que él conocía. Nos pareció buena idea y la reservamos, de esa manera el primer día tendríamos una primera toma de contacto con la ciudad. Como veréis, fue un acierto. Pero eso sería mañana. Aun era temprano, así que, ansiosos, en lugar de descansar, dejamos las cosas en el hotel, nos duchamos y cogimos el metro hasta la Gran Manzana.
Nos bajamos en Times Square, y tras subir las escaleras hacia el exterior nos quedamos sin respirar… IMPRESIONANTE ¡¡¡ Aquello era como meterte dentro de una película, todo nos resultaba familiar, muchas luces, mucho ruido, cientos de taxis amarillos por todos lados, estábamos alucinando. Nuestro sentido de la Vista se desbordó ¡¡¡
Con unos bomberos muy amables:
Tras el shock inicial empezamos a pasear para tantear el terreno, pero entre que estábamos cansados, era de noche y estábamos flipando, no conseguíamos orientarnos en aquella jungla de cemento.
Al menos, aprovechamos para comer algo en uno de los miles de Delis que hay en NY, y por supuesto un perrito caliente en uno de esos carritos callejeros. Saben igual que las que te comes en tu casa, pero lo disfrutas mil veces más ¡¡¡ Sentido del Gusto al 100% ¡¡¡
Luego dimos una vuelta por la zona, entrando en varias tiendas, como la de Toy´us:
Ya con el buche lleno y agotados por la paliza del viaje, decidimos volver al hotel y descansar, ya que mañana el TOUR empieza muy temprano. I LOVE NY ¡¡¡
Tras una noche de sueño profundo (por el jet lag) madrugamos para desayunar antes de que nos recogiera la VAN en la que haríamos el tour. Insisto en que fue una buena idea hacer este tour, ya que con él tendríamos una idea global de la ciudad y de sus distancias. El tour se hace junto a dos o tres parejas más, de distintas nacionalidades en una VAN típica de las de allí. El guía va parando en varios puntos importantes y te da una hora o dos para que veas la zona. El trayecto hasta Manhattan fue entretenido y nos dejó bonitas fotos:
Tras entrar en la Gran Manzana por uno de sus puentes cerca del edificio de la ONU, el primer destino fue la zona del Rockefeller Center.
Una vez allí comenzamos a investigar por la zona, ansiosos de ver cosas.
El rascacielos del Rockefeller es enorme. Aunque se puede subir al mirador (top on the rock) nosotros no lo hicimos, mejor lo haremos en el Empire State, como King Kong.
En su lugar fuimos a la plaza que está justo en la entrada y donde ponen el famoso árbol de navidad (marcado con una placa). Allí en invierno también ponen una pista de hielo donde la gente va a patinar. Seguro que lo habréis visto en alguna película.
El sitio es muy bonito, nos encontramos con gente muy peculiar, con camellos, incluso una tribu africana.
Estuvimos un gran rato paseando, viendo gente típica americana. En este paseo descubrimos una tienda ambulante de Donuts (como los que se come Homer Simpson). Exquisitos ¡¡
La siguiente parada del tour fue Time Square. Aquello era totalmente diferente a lo que vimos por la noche. Mucho trafico, muchos policías, mucha gente de todo tipo y mucho ruido…para nuestro sentido del Oido.
Allí nos encontramos con el famoso Naked Cowboy, y por supuesto que mi mujer se hizo la foto (eso sí, a 2$). Encima de pagarle, le coge el culo a mi mujer. Realmente es un negocio redondo. Dicen que este hombre gana unos 600$ diarios en unas cuantas horas y solo algunos meses del año.
Time Square es un sitio diferente, lleno de vida. Es el centro de la ciudad, donde todo tipo de turistas y no turistas se cruzan por todas las esquinas, pasos de peatones abarrotados, etc. Descubrimos varios sitios de comida, entre ellos un Deli donde comíamos a diario pizzas y una cafetería llamada Junior donde cada tarde nos comíamos la mejor tarta de queso que hemos probado nunca. Consejo, si necesitais un baño, el McDonalds es el mejor sitio.
Posteriormente el tour nos llevaría al Empire State Building, a donde teníamos pensado subir ya que la noche anterior compramos las entradas por Internet (te ahorras colas en horas punta). En nuestro caso no tuvimos que esperar colas porque no había nadie. Nos montaron en un ascensor que en cuestión de segundos te sube las 86 plantas que hay hasta el mirador. Los oídos te zumban y parece que vas en una nave espacial (menuda aceleración) Una vez arriba las vistas son espectaculares.
Impresionados por las vistas desde las alturas, la próxima parada del tou fue la zona sur de Manhattan (Battery park) para quien quisiera hiciera la visita a la estatua de la libertad (nosotros la haríamos más adelante por nuestra cuenta). En lugar de eso decidimos pasear por el distrito financiero, Wall Street, el toro de bronce, etc. Esta zona simplemente nos encantó.
Dicen que desde el 11-S la policía de NY es mucho más amable y cercana con los turistas. Aquí ayudando a mi mujer:
El toro, al cual si le tocas las bolitas da suerte:
Otra parada del tour fue la Zona Cero. Una vez allí te cuentan un poco la historia sobre el 11-S, te hablan de los bomberos, etc. Aquello es un poco desolador, tuvo que ser un infierno tanta destrucción.
Montaje de como estaba aquello antes (para que quiero Photoshop)
También fuimos a una de las estaciones de bomberos.
La última parada del tour fue Chinatown. La verdad es que es una ciudad dentro de otra. Parece increíble que una calle sea la frontera entre USA y China. El problema es que, como en el resto del mundo, los chinos se van extendiendo poco a poco y cada vez ocupan más calles.
Sobre las 20:00 la VAN nos dejó de vuelta en el hotel. Estábamos reventados y decidimos acostarnos tempranito para ir normalizando el tema de las horas de sueño. Mañana iremos a Brooklyn.
NOTA: Hay muchos tours de este tipo, entre ellos uno muy conocido que se llama CONTRASTES, y son una buena manera de tomar un primer contacto con la Gran Manzana, aunque no imprescindibles.