Después de barajar varias opciones, nos decantamos por contratar el paquete vacacional con Travelplan a través de nuestra habitual agencia de viajes, son muchos años y ya poco más puedo contar. Salíamos desde Madrid, así que los enlaces desde Málaga y la vuelta desde Madrid lo contratamos por nuestra cuenta ya que nos salía ¿más barato? eso pensaba, pero al final, el ahorro ha sido poco, aunque hemos ahorrado algo, los enlaces salían por un pico. Supongo que el ahorro ha sido poco debido a las fechas.
Nuestra intención era viajar en AVE ida y vuelta pero claro, los de Renfe tardaron lo que no hay escrito para sacar ofertas y cuando las sacaron yo ya había contratado la ida en avión con Vueling, no me fiaba. De todas formas, no nos salió muy caro el vuelo, sólo que al facturar maletas, pues ahora tienes que pagarlas. La vuelta...já, contratar la vuelta desde Madrid tuvo su gracia, esperé por si salían ofertas en el AVE y al final no salieron y cuando quise echar cuentas los vuelos, los precios estaban disparados así que...un caos.
Total, el día de la salida madrugamos, pero lo que se dice madrugar, ¿raro en mí?
Nuestro vuelo salía a las 7:00 de la mañana y como soy muy madrugador y los nervios me comían, a las 5:30 ya estábamos en el aeropuerto. Los que me conocen o han leído mis diarios sabrán que tengo un defecto, no me gusta llegar tarde a ningún sitio y me pongo de los nervios pensar que puedo llegar tarde a algo, lo sé, pero no puedo cambiar, lo siento, le doy demasiadas vueltas a las cosas y pienso en situaciones que se podrían dar (retención o caravana, accidente, en fin, infinidad de cosas que no vienen al caso). Dejamos el coche donde siempre, la verdad es que nunca hemos tenido ningún problema con ellos y te llevan y recogen sea la hora que sea, además, de precio está muy bien, a la vuelta te lo entregan lavadito por fuera (ya es algo) y al reservar por la web nos hicieron un descuento del 10%, no está mal ¿no?
Facturamos los baúles, perdón las maletas y para el embarque, aquí cometí el primer error en el examen, ohhhh, espero que no me baje la nota final, con el lio y los nervios no me acordé ni caí en la cuenta y metimos nada más y nada menos que las cremas protectoras en la maleta de mano que llevábamos, claro, al pasar el control, oh, oh, ¿puede abrir su equipaje por favor?, si claro, pero cuando abrí el equipaje me di cuenta y...
tierra, trágame, son líquidos y superaban los 100 ml, así que o las quitábamos de la maleta o facturábamos la maleta.
Hicimos recuento y salía más caro dejar aquellas cremas (eran caras) que facturar la maleta, así que, vuelta al mostrador de Vueling y a facturar la maleta. La chica al vernos nos miró extrañada (hacía 5 minutos que habíamos estado facturando con ella) y al contarle el problema que nos había surgido, parece que o bien era muy temprano o nos miró con cara de
así que nos hizo un gran favor, no nos cobró la facturación de la maleta.
Vamos, me entraron unas ganas de pasar el mostrador y darle
pero había gente esperando y no era plan...ains que bien, al final no perdí muchos puntos en el examen.
El vuelo, salía puntual y a las 8:05 de la mañana ya estábamos en Barajas, en la T4. Recogida de equipaje (bien, no se había extraviado ninguna maleta) y para la T1 en el bus circular gratuito que te lleva a las distintas terminales (T3 - T2 y por último T1). Llegamos a la T1 y aquello era un caos, gente por todos los lados, colas kilométricas
y nos ponemos a buscar los mostradores de facturación de Iberworld (Orbest) para ver por donde caen y ubicarnos dentro de la Terminal. Localizados, nos vamos directamente a desayunar algo
, teníamos hambre y...tiempo, pues hasta las 15 no salía el vuelo.
Sobre las 11 ya se podía facturar para Punta Cana, así que facturamos nuestras maletas, pero antes, metimos las cremas protectoras en una de las maletas que íbamos a facturar para evitar tener que facturar la de mano, menos mal que las maletas pesaban algo menos del límite permitido, pensando en los detalles y regalos de la vuelta. Los mostradores de facturación estaban vacíos, había muy poquita gente, así que facturamos tranquilos, les entrego el justificante de los asientos reservados y vemos como nuestras maletas se desplazan por la cinta...esperemos que no se pierdan
.
Pasamos el control de seguridad y a dar una vuelta por el interior de la Terminal mientras esperábamos que nos pusieran la puerta de embarque. Aquí me llevé una grata sorpresa, tuve la gran suerte de encontrarme con dos grandes y reconocidos profesores de Punta Cana (Loli y Jaime), coincidíamos en el avión y en el complejo, aunque no en estancia pues se quedaban más días (que suerte), así que, qué mejor noticia para llegar a Punta Cana, ya sabía a quien iba a acudir para preguntarle mis dudas de última hora antes de los exámenes.
Una vez localizada la puerta de embarque, aproveché la primera tutoría en pleno aeropuerto
, mientras embarcaban los pasajer@s (como los asientos los llevábamos reservados) dejamos que la gente fuera pasando, cuando vimos que quedaban pocos, pasamos el embarque, nos vamos en bus hasta el avión, subimos las escaleras, vemos caras de felicidad en la gente, entramos al avión, nos acomodamos y vemos como van llegando pasajer@s de otros vuelos con enlace, hacen recuento, parece que estamos todos, ya cierran delante nuestra la puerta, ya nos vamos, vemos como se marcha la escalera, ya queda menos para el examen.
Salimos con algo de retraso de Madrid debido a la demora en algunos pasajer@s con enlaces pero no era más de 45 minutos, los asientos, estupendos
, creo que merece la pena invertir los 10 € que cuesta la reserva de cada uno por 8 horas de viaje, los nuestros estaban justo en la salida de emergencia, no tienes a nadie delante tuya, puedes estirar las piernas (se agradece si eres alt@) y al llegar, sales de los primeros.
Ya nos vamos, nos despedimos de la península pasando por Lisboa, entramos en el Océano Atlántico, rumbo al paraíso.
Al rato nos dan de comer pero pico muy poco, no me gusta mucho la comida de los aviones
, así que sacamos de nuestra bolsa de mano nuestros bocadillos y snack que llevábamos, esto me gusta más.
Te dan un almuerzo y una merienda, esta vez en el almuerzo tocó macarrones a la boloñesa.
Durante el vuelo nos ponen 3 películas y pasamos el rato, leyendo
, jugando a la PSP, haciendo pasatiempos, dando un paseo por el avión, echando cabezadas (si es que se puede dormir algo) y...y...escuchando a las azafatas en su office
, que 8 horas da para mucho.
También nos dan los papeles que hay que rellenar y entregar a la entrada, justo al pagar las tasas de entrada.
Pero llega la noticia que todo el avión espera (y yo el primero), nos informan que vamos a aterrizar en el aeropuerto de Punta Cana
me entran ganas de aplaudir, pero me contengo, aunque luego da igual pues nada más tomar tierra, se produce una masiva ovación, se nota que hay ganas, ya estamos en la República Dominicana. Le digo a la tutora, que tal mi amol, como estás mi amol, ya llegamos al paraíso.
Más que nada para acostumbrarme al acento, ella me mira con una cara que mejor no describo.
Salimos del avión, bocanada de humedad (ya estábamos avisados y ya la vivimos en su día, aunque esta no fue como la que sufrimos la primera vez)
y le digo a la tutora, ¿te imaginas que las muchachas dominicanas que están para hacerse la foto sean las mismas que las del 2005?
, la tutora me dice que padezco el trastorno de Punta Cana, producido por estar 8 horas metido en un avión y recibir la bocanada de humedad. ¿Tiene cura? le pregunto y me dice...sí, en 30 minutos se te pasará todo cuando tengas que examinarte.
Las siguientes fotos son de la salida ya que a la llegada entre la humedad (el objetivo estaba empañado) y el caos, no tuvimos mucho tiempo de tomar fotos, se notaban las ganas de llegar al hotel. Llama la atención la estructura del aeropuerto.
Las chicas dominicanas de la foto no estaban
, jaleo en el control de pasaportes y pago de las tasas de entrada (10 $), más que nada por que no sabes muy bien por donde debes ir ni que debes entregar, supongo que será del calor que hace. La verdad es que para el que viaje por primera vez a la República y no se haya informado un poco de como funciona la cosa resulta un poco caótico, eso sí. Nosotros ya íbamos avisados y ya lo habíamos vivido hacía años, así que lo mejor en estos casos, seguir a la gente.
Nos vamos para la cinta de las maletas, está abarrotada de gente y es pequeña, coincido con el profesor y seguimos charlando, la tutora está con la profesora, así nos dividimos a lo largo de la cinta y nos avisamos si vemos las maletas con el fin de que no se nos pasen, aquello para ver algo es imposible de la gente que hay. Desde lejos diviso las nuestras, vienen juntas y de las primeras. Me hago un hueco entre la gente que me protesta, tranquil@s, sólo voy a coger mis maletas que vienen por ahí y ya me voy...las saco, ufff, cuesta trabajo, aquello parece un típico mercadillo.
Durante la recogida del equipaje notamos la primera gran diferencia con España, gente fumando en el aeropuerto.
Cogemos las maletas y al poco, está el control de aduana, si te toca, tendrás que abrir las maletas, nosotros tuvimos suerte y no nos tocó, también, cuidado que están los típicos maleteros (ya comentado en el foro), van gritando nombres de touroperadores para que piques, se acercan para coger tu equipaje, pero con un NO, GRACIAS, basta, como he dicho, todo es confuso, mucho jaleo y tienes que andarte con mil ojos. Al salir, están los mostradores de los touroperadores donde dices tu nombre y te indican el autobús que debes coger.
Antes de partir nos dan los folletos del touroperador con las excursiones y todo lo relacionado con la persona de contacto así como la hora de la famosa reunión. Durante el trayecto al hotel, nos sentamos al lado de los profes y hablamos del hotel, el complejo, de anteriores exámenes y como no, hasta del foro.
Después de dejar a algunos viajer@s de otros complejos, llegamos al nuestro, ya estamos, nos bajamos en el Lobby de lo que durante 7 noches, será mi Escuela de Verano, la zona Royal Suites Turquesa, nos reciben con un cóctel (que se agradece) y con el aire acondicionado a tope dentro del lobby, entre el avión, el autobús y el lobby íbamos a pillar una pulmonía.
Somos dos parejas las que nos bajamos en la zona Royal, así que el check-in es rápido, nos dan la que será nuestra habitación de estudios, bloque 53 (parte más nueva), habitación 5324, primera planta, Romance Suite.
Nuestro mayordomo nos acompaña hasta la habitación, está cerca, vamos andando y nos va contando cosas del complejo, distintas zonas, restaurantes, etc, etc, nos ubica en el plano y al llegar a la habitación nos la enseña y se despide con una gran sonrisa, supongo que será porque sabe lo que se me avecina.
Llega el primer examen, la habitación.
Mientras llegaba nuestro maletero con las maletas, aprovechamos el momento en el que la habitación estaba "intacta" y me puse a repasar antes del examen, así que fotos al canto. ¿Queréis ver fotos de la habitación? pues tendrá que ser en la siguiente etapa, llega el primer examen.