Hoy decidimos no madrugar y nos levantamos a las 09.30 h. la verdad que ya se acusaba algo de cansancio pero solo nos quedaba un día y poquito mas.
Hoy nos acercaríamos a ver el museo de diamantes, el de Van Gogh y darnos una vuelta por Vondelpark.
Así que caminito para Museumplein que teníamos un paseito. Como ya habíamos pateado Ámsterdam durante varios días la verdad que ya la conocíamos bastante bien. Cuando llegamos a la Museumplein todavía estaba la zona acotada por vayas (es la zona donde se reunieron miles de holandeses para ver la final) y la verdad que bastante sucia.
Decidimos entrar al Coster diamons, un lugar donde te explican como se tallan los diamantes. La entrada es gratuita y cuando entramos un señor que trabaja alli nos explico los tipos de diamantes que habian asi como sus peculiaridadaes. Mas tarde nos pidio que le acompañaramos, junto a otra pareja y una mujer a una sala de acceso restringido. A mi me hizo mucha gracia porque cuando entramos nos hizo sentarnos y empezó a sacar diamantes de diferentes tamaños y calidades, claro como no cuando mencionaba el precio a mi me entraba la risa nervioseta (te puedes imaginar este diamante 2500€, este otro 4500€ ...) luego nos saco bandejas con anillos, pendientes y gargantillas, finalmente y aprovechando que la mujer dijo que se marchaba nosotros tambien nos fuimos de la sala. El resto de la visita a este lugar consiste en pasar por vitrinas de todo tipo de joyeria y cristal, eso si no todo lo que hay vale lo que nos dijo e incluso a Eva le paecio que algunas cosas eran unas gangas (estuvo tentada de llevarse alguna cosa) pero finalmente continuamos salimos de alli y se acabo la tentación.
Continuamos haciendonos unas fotillos en las letras gigantes de “ I am Ámsterdam” para ir seguidamente al museo Van Gohg. Dentro del museo cogimos una audioguia, que fue la que eva no se quito en toda la visita. Estuvimos casi 3 horas viendo cuadros, yo al final estaba saturado pero mi novia con la audioguia disfrutó.
Cuando salimos estaba lloviendo y la verdad nos encontramos bastante fatigados. Era una pena porque ibamos a ver Vondelpark que nos habian comentado que es un parque chulisimo. Finalmente la lluvio no nos dejo visitarlo y fuimos a comer y a descansar al hotel.
Por la tarde unicamente estuvimos dando una vuelta por el barrio rojo que lo teniamos al lado del hotel y tomando algo en una terracita de la plaza Dam. Y acabamos cenando en un argentino.
Por la noche ya no me encontraba muy bien y parecia que tenia algo de fiebre. Menudo final de viaje.