Tuvimos que hacer cola y tardamos una media hora en entrar, pero al poco de ponernos nosotros su tamaño se triplicó. Nos alegramos de haber madrugado tanto y esque ya se sabe. "a quienes madrugan, el día les cunde y las visitas abundan"
aprovechamos la ocasión de hacernos unas fotos vestidos de “sultanes”. Este tipo de recuerdos me gusta tenerlos y nunca había tenido que hacer tanta cola, tuvimos que esperar casi media hora hasta que nos tocara la vez. Te hacen un minireportaje y luego pasas por los ordenadores a elegir las que te gustan o el pack completo.
Seguimos hacia Santa Sofía y de nuevo nos pusimos a la cola para entrar. Quedamos impresionados con la sensación espacial que hace sentir su cúpula con forma de media naranja, apoyada en cuatro pechinas, dando sensación de estar suspendida del cielo.
Los marmoles son una maravilla, las columnas, los mosaicos bizantinos de las zonas restauradas. Al subir al piso de arriba aun se aprecia mas la amplitud que tiene el interior de la iglesia. Te hace sentir muy muy pequeño.
Nos dirigimos andando en busca del Gran Bazar, paseando por calles que parecían auténticos minis bazares, y tras bastante andar, allí estaban un montón de puestos esperándonos y un montón de turcos preparados para regatear... leí que es el mercado cerrado mas grande del mundo..me lo creo, al lado de este el zoco de Marrakech es una baldosa.
Seguramente no vimos ni la mitad, pero ya empezaban a cerrar los puestos y no es custión de hacerles esperar solo por curiosear. Agotados de ver puestos y puestos decidimos coger fuerzas en un McDonald´s que encontramos de camino hacía el hotel. Después de la correspondiente ducha en el baño de los currantes del hotel, fuimos en busca de uno de los famosos locales a fumar shisha acompañándola de un té. Resultó que el dueño de allí tenía un hermano que vivía en Córdoba y nos enseñó fotos, tarjetas y demás. 15euros nos costó la sisha…Vuelta al hotel, disfrutando de los coleres nocturnos y a descansar, aunque fuera en la zona de los trabajadores del hotel.