20 SEPTIEMBRE
Hoy por fin iba a ver el templo que me hacía más ilusión de todos, el Kinkakuji! Compramos el All Day Pass por 500Y en el 7 Eleven del lado del hotel. En nuestro tramo del hotel hay varias paradas de bus, cogimos la que tocaba para ir a Kinkakuji, la primera visita del día. La entrada cuesta 400Y y había centenares de turistas y grupos escolares, pero qué maravilla de sitio! Solo para ver esta estampa vale la pena el viaje.
Dimos toda la vuelta y salimos dirección el Templo Ryoan-ji a pie, pensamos que 20 minutos no era mucho pero es que se hizo muy largo, mejor coger el bus. La entrada cuesta 500Y, la atracción principal es el jardín zen, con 15 rocas que aparentan ir a la deriva en un mar de arena. Muy bonito también es el lago Kyoyo-chi.
Seguimos hasta el Ninna-ji pero solo recorrimos los sitios gratuitos, la plaza central con los pabellones alrededor y vimos la pagoda, pasamos del jardín que había que pagarlo, como ya habíamos visto varios.
De ahí cogimos el bus hasta Arashiyama, el mismo pase del bus nos sirvió. Hacía muchísima calor y lo primero que hicimos fue buscar sitio para comer y descansar un poco del sol. Comimos muy bien como en todos los sitios y ya fuimos manos a la obra. Empezamos por el Templo Tenryu-ji pero al final solo lo vimos por fuera.
Vimos el río muy caudaloso por las lluvias de dos días antes, continuamos hacia el bosque de bambú, que es pequeño pero no está mal. Luego seguimos una rutilla donde pasamos por varios templos ya en una zona más montañosa, me gustó mucho, todos los templos en medio del bosque, me recordó a Kamakura.
De regreso, Pilar y yo quisimos ir hasta el Kyoto Handicraft Center, pero los hombres pasaron y se fueron al hotel. Cogimos un par de autobuses y el conductor nos dijo donde teníamos que pararnos. El edificio estaba en obras y solamente había dos plantas, que ya fueron suficientes para nosotras, pudimos comprar muchos regalitos. Creo que vale la pena hacer las compras aquí, lo tienes todo junto, además una de las dependientas hablaba español así que fue perfecto para nosotras.
Ya de regreso al hotel nos duchamos y volvimos a quedar para ir a cenar los 4, para no patear demasiado nos quedamos en un sitio cercano al hotel y luego nos fuimos a tomar unas cervezas en otro bar también cercano.