Desayunamos tranquilamente y nos fuimos a ver el centro. Sinceramente a mi ciudad me encantó. Es preciosa y esta muy bien cuidada. Pero, tiene el problema de estar literalmente atestada de turistas. Era complicado caminar, nos agobiamos un poco y a la perra no le gustó mucho...
En la zona de la puerta de plata hay un mercado muy bueno para comprar fruta, verdura y queso de la zona.
Saliendo por la puerta de oro hay un pequeño parque donde soltamos a la perra y estuvo jugando con otros perros.
Como el calor era insoportable, decidimos volver a casa a comer tranquilamente y al menos refrescarnos un poco. Al fin y al cabo, el centro es pequeño y se ve en seguida.
Con el calor que hacía no veíamos plan de volver al centro así que decidimos ir a la playa de perros de Duilovo. A penas tardamos 15min en coche. Hay bastante sitio para aparcar y espacio suficiente para jugar con los perros. Fue el primer baño de la perra en el Adriático. Es una playa de piedras, limpia pero con las estructuras de sombrillas rotas. En todo caso pasamos una buena tarde.
Por la noche cenamos pronto en casa y nos fuimos al centro a tomar una copa a la plaza principal junto a la catedral con música en directo. Estuvimos super agradable; aunque había gente, no era como por la mañana y los 3 estuvimos muy cómodos.