Después de desayunar comenzamos nuestra visita a la ciudad.
A la entrada de la ciudad vieja, junto a la Puerta de Pile hay un mini parque donde estuvimos un rato ya que había otros perros. Pudieron estar sueltos sin problemas.
Lo más interesante de la ciudad bajo mi punto de vista sin duda son las murallas. Se pueden comprar las entradas en distintos puntos de la ciudad y los perros pueden entrar sin coste. Había bastante gente visitándolas pero el paseo fue bastante fluido. En teoría el paseo dura unas 2h pero usamos algo más. Hay unos cuantos bares y terrazas donde parar a tomar algo. El calor era sofocante así que aprovechamos para beber todos.
Las vistas de la ciudad desde toda la muralla son espectaculares.
Nos fuimos a comer al puerto, a uno de los restaurantes que nos había recomendado nuestra casera, buen pescado a buen precio.
Habíamos leído que había una playa para perros en Dance, a unos 10-15min del centro pero cuando llegamos allí había carteles que prohibía la entrada de perros. Una pena...
Ya que habíamos visto a gente bañándose en la zona que hay siguiendo las murallas por el puerto, decidimos acercarnos. Estuvimos allí buena parte de la tarde; no había ninguna indicación en contra de bañarse con perros y desde luego nadie se quejó. Estuvimos bañándonos muy a gusto y la perra la gozó.
Volvimos a dar una vuelta y a buscar una de las terrazas que habíamos visto desde las murallas y que nuestra casera . Finalmente la encontramos, es el bar Mala Buza; es un lugar con unas vistas muy bonitas, pero eso sí, el servicio no es muy bueno, vasos de plástico, vino malo...
Nos fuimos ya anocheciendo a casa a cenar.