En esta etapa, la última en visitas aunque dedicaré una más a "curiosidades", detallaré otras estancias en lugares emblemáticos de la ciudad.
- Catedral basílica de San Esteban. Construída en el siglo XIX, según cánones neoclásicos, se localiza en el entorno del Danubio, en el Barrio aún de Pest. Como ya muchos de vosotros sabéis, desde su cúpula se puede admirar esta maravillosa ciudad con vistas privilegiadas y, como datos curiosos, están su enorme campana o la Santa Diestra, mano incorrupta del rey Esteban I de Hungría, artífice de la conversión al Cristianismo del pueblo magyar allá por el siglo X, con la visión de futuro de integrar a sus congéneres en una Europa cristiana cada vez más fuerte y sólida.
- Bastión de los Pescadores. Atravesando el Puente de las Cadenas, nos adentramos en el barrio de Buda, la parte más alta de la ciudad y, en ella, nuestra primera visita la dedicamos a esta zona. ¿Qué decir de aquí que no esté ya dicho? Sencillamente, poco. Vistas espectaculares, turismo a tope, buenos restaurantes y pastelerías ... Es un conjunto arquitectónico de construcción relativamente reciente, finales del XIX y como lugares destacables dentro del mismo, la iglesia de Matías (Corvino, rey de Hungría, por eso no es de San Matías) con su indescriptible cubierta de azulejos vidriados de colores y, nuevamente, la estatua ecuestre de San Esteban I situada frente a la entrada de dicha iglesia.
- Castillo de Buda. Residencia tradicional de los reyes húngaros, la historia que lleva sobre sus espaldas de construcción, reconstrucciones y cambios de manos, la podréis encontrar en cualquier sitio, por eso no voy a escribir sobre ella. Baste decir que es una maravilla más de esta ciudad y que su visita es de obligado cumplimiento.
- Colina Géllert con la Ciudadela y el Balneario.
Por este mismo lado del Danubio, nos dirigimos a buscar la "Angel Sanz Briz út" o Avda. de Angel Sanz Briz, un español de Aragón, también conocido como el Ángel de Budapest. Sí, uno de esos héroes nuestros, injustamente poco conocido o promocionado y, casi me atrevería a decir, penosamente olvidado. Diplomático de profesión y destinado en la Embajada española en Budapest durante la II Guerra Mundial, fue el responsable de la salvación de uno 5.000 judíos durante el Holocausto, a los que concedió pasaporte español basándose en sus orígenes sefardíes, al principio, y haciéndolos extensivos posteriormente a cualquier judío que pudo, fuese o no sefardí. Por ello le fue concedido en Israel el título de Justo entre las Naciones. Aparte de la calle, también cuenta con una distinción en el Parque Raoul Wallemerg de Budapest.
Me despido de esta "intensa" ciudad con pena y alegría en el corazón.