Cuiabá, Brasil — miércoles, 27 de febrero de 2013
Ese lunes dormí hasta la hora del desayuno, como siempre de forma puntual.
Luego de este, salí y recorrí los alrededores del hostal que esta en un lugar encantador.
Hay parquecitos muy coquetos y todos los teléfonos públicos tienen decorados diferentes unos de otros.
En eso me dio el medio día, almorcé y de una fui buscar mi equipaje, para irme al terminal de autobuses de Barra Funda, todavía en Sao Paulo.
Tome el bus como a media tarde, el que iba a Cuiabá.
Sao Paulo es inmenso, tardamos casi dos horas en dejar de ver la zona urbanizada, aun cuando pienso que el terminal esta en la afueras de la ciudad.
Luego un paisaje de caña de azúcar, sembradas de lado y lado de la carretera. Para luego darle paso a kilómetros y kilómetros de tierra surcada por máquinas, para sembrar soja
Un paisaje mas monótono; Imposible.
Luego afín, vi unas colinas ondulantes, verdes y con vaquitas y becerrito; y me hubieran parecido encantadores, si no fuera por el hecho que las tuve que ver durante el día entero.
Así, horas y horas, solo parándonos para comer, hasta que nos agarro la noche.
De madrugada, entre las paradas que hizo, se montó una chica, de la cual luego supe que era descendientes de japoneses.
Iba por cuestiones de empleo, y espero le haya ido muy bien.
Charlamos y nos conocimos, y como en Brasil uno nunca está solo, se nos acerco un señor que iba a Cáceres, un poco después de Cuiabá.
Cuiabá es un caso atípico dentro de las ciudades de Brasil, si bien como la mayoría de las ciudades internas del país fue fundad por bandeirantes, tubo periodos de aislamiento del resto del estado brasileño, por su situación lejana y desarrollo hábitos y costumbre propias, endémicas del lugar.
Así charlando se nos hizo el camino un poco mas corto.
Llegamos ese día, ya casi de noche.
Nos despedimos del amigo de Cáceres y la chica y yo tomamos un taxi al hostal a donde yo iba, pero no le convenció y luego yo la acompañe a un hotel cercano donde nos despedimos y luego de eso no la vi más.
Yo regrese al hostal donde compartí una habitación de ocho literas, aun cuando solo había tres huéspedes mas, entre ellos una chica de Nederlan, solo al final se llenaron los espacios y al otro día los chicos se fueron.
Yo pase unos día que aun que tensos, muy maravillosos, pues la gente de Cuiabá es muy cordial y amigable.
El principal atractivo turístico de este lugar en un tours por el Gran Pantanal, donde podrán ver indios, yacares (caimanes), macacus (monos), guacamayas y otros, además de visitar comunidades indígenas, pero como todo eso yo ya lo tenia visto y tuve problemas con mi tarjeta de crédito, luego de que pase unos días, me fui.
Pensé y pensé mal, pues pensé irme unos día a Cáceres, pero esas es otra histórica.
Guiaba es una ciudad importante y aunque calurosa es muy amigable, siempre y cuando se tomen los consejos en cuanto a la seguridad.
El terminal de autobuses o rodoviaria, esta cerca y se puede ir en ómnibus.
Cuiabá según Wikipedia.
Conocí a unas chicas muy simpáticas e interesantes, que estaban a cargo de la recepción de hostal y visité entre otros lugares un Centro Comercial cercano, y la plaza central, la plaza Ipatinga.
Aún, cuando fue el momento más álgido de mi viaje, no tengo mayor cosa que contar. En general, considero que me fue bien.
Luego, el último día tome bus a Cáceres, me despedí y me marche... chao, nos vemos en Cáceres en el siguiente capitulo.