ISLA DE COMINO ✏️ Diarios de Viajes de Malta

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Nuestro último día en Malta fuimos a visitar la más pequeña de las islas del archipiélago, Comino. Se puede ir en ferry desde el puerto de Cirkewwa, por 10 euros ida y vuelta. Esta era nuestra primera opción, pero vimos la posibilidad de hacerlo desde Bugibba por 20 euros por persona con la empresa Hornblower. Con la ventaja de no tener que coger el autobús y de tener el barco siempre allí para dejar tus cosas, comer a la sombra, etc. Porque en Comino la Blue Lagoon se pone un poco hasta la bola en verano, y alquilar sombrilla ya te cuesta un ojo de la cara.

Habíamos reservado por mail desde España, el barco salía a las 10:30 del puerto de Bugibba. Acostumbrados a salir todos los días temprano, aprovechamos para ir después de desayunar al supermercado y comprar las cosas que necesitábamos para la barbacoa y algunas otras para llevarnos a casa.

El barco iba casi lleno, al principio toda la gente muy sentada, pero según fuimos pasando por sitios interesantes de la costa de Malta y cuando bordeamos Comino, nos levantamos para disfrutar mejor de las vistas. Nos enseñaron varias cuevas con el agua color turquesa y el famoso acantilado que recuerda a un elefante. Mientras, en el bar servían bebida y comida y nos iban explicando los horarios.





Llegamos a la Blue Lagoon a las 11:30. Cuando desembarcamos vimos la cantidad de gente que había y pensamos que sería mejor ir primero a la Crystal Lagoon, que está muy cerca, y donde habíamos leído que había muy buen snorkel. Fuimos dando un paseo, encontrando vistas preciosas, pero cuando llegamos allí no vimos a nadie en el agua, preguntamos y nos dijeron que había medusas. Había bastantes, así que desistimos del baño.




Volvimos a la Blue Lagoon, dejamos las toallas donde pudimos y nos fuimos al agua. La verdad es que es preciosa, tan azul y con las vistas del islote de enfrente, una pasada. Pero yo tenía muchas ganas de irme al agua y no me entretuve en hacerle fotos. Hice dos o tres y no me salieron muy bien. Pensé en hacerla más tarde, pero se me pasó.



En la Blue Lagoon también había medusas, pero no muchas, y con el agua tan clara era fácil verlas y evitarlas. También había mucha gente, sobre todo cerca de la orilla, que es donde está la arena. Hay que decir que hay una pequeña playa de arena, pero muy pequeña, casi todos los accesos son por rocas.


Nos fuimos nadando hacia Cominoto, el islote que hay enfrente, que es que aparece en todas las fotos. Fuimos viendo peces por todo el camino, pero donde más había era cerca de Cominoto, donde hay mucha variedad de algas y peces que viven y comen allí. Pudimos ver muchos peces, en cantidad y en variedad, algunos no los habíamos visto los días anteriores. La verdad es que estuvimos muy a gusto.




Nos sentamos a descansar en la playa de Cominoto, y a entrar un poco en calor, que me había quedado helada. Cuando nos entró hambre volvimos nadando a la otra parte para salirnos y volver al barco, donde teníamos nuestra comida. Nos sentó de lujo, con una cervecita fresquita.


Después pensábamos volver a donde nos habíamos bañado por la mañana, pero nos dio pereza y decidimos bañarnos en los alrededores del barco. La verdad es que el fondo marino es prácticamente igual y el agua también muy clara.


Aquí también se nos pasaron las horas. Cuando faltaba poco para la hora de salir subimos, y antes de secarnos saltamos por el tobogán que tenían puesto en el barco. Yo no quería saltar, soy muy miedosa, pero mi marido me animó y al final salté.

A las 4 de la tarde zarpó el barco. Nos llevó a Gozo, donde recogimos a gente que había hecho una excursión opcional allí, y fuimos rodeando la otra parte de Comino que no habíamos visto. Llegamos a Bugibba a las 5, cansados, pero contentos después de un día de relax en un sitio bonito. Es cierto que había mucha gente, pero no nos molestó en exceso, al poder estar a la sobra en el barco y haber nadado a Cominoto, donde había poca gente. Para mí la experiencia fue buena.




Después de descansar un rato nos fuimos a la playa de Qawra Point para la barbacoa. Había mucha gente ese día, se notaba que era viernes y el día estaba muy bueno. Una buena manera de despedirse de Malta. Una gran luna llena apareció en el horizonte. Se estaba allí tan a gusto que daba pena marcharse. Pero al día siguiente nos recogían a las 4:30 de la mañana para ir al aeropuerto y teníamos que hacer la maleta.

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