La idea que tenia en mente para este dia, era:
Salir en dirección Agrigento bien pronto, pasar por Corleone para hacer la foto, llegar al hotel y disfrutar con la peque de la gran piscina que vimos en las fotos cuando hicimos la reserva (Best Western Hotel Kaos), después de comer, acercarnos a la scala dei turchi y como en julio y agosto hay visitas nocturnas al valle de los templos, aprovechar y verlo iluminado por la noche.
Pues bien, al final cambiamos bastante los planes sobre la marcha, os cuento;
Otro día mas nos levantamos un poco mas tarde de lo debido y el trafico para salir de Palermo tampoco acompañaba. De entrada , descartamos desviarnos hacia Corleone y nos fuimos directos al hotel.Cruzamos la isla de norte a sur para llegar a Agrigento y pudimos comprobar que la conducción “especial” de los sicilianos no se limita a las ciudades.
Al llegar al hotel, nos dijeron que la piscina estaba cerrada por no se que problema con los filtros o algo así y que hasta el día siguiente no estaría disponible (elegimos ese hotel justamente por la piscina y nos íbamos al día siguiente
Realmente es espectacular. Una montaña blanca que entra en el mar y que, con la luz del sol ,da un contraste de color encantador con el azul del mar . Fuimos hasta la scala, subimos , pasamos al otro lado … incluso nos untamos un poco con los fangos que se formaban al deshacerse la roca con el agua de mar. Indispensable la visita. Otra chincheta en el mapa de Sicilia!!
- SCALA DEI TURCHI -
Después de la playa, nos fuimos al hotel .Y como no habíamos podido comer mucho porque lo único que encontramos fue un pequeño chiringuito en la playa ( menú del día : patatas fritas y helado), cuando llegamos,pedimos unos paninis y un vinito en la terraza.
Teníamos que ducharnos y vestirnos para ir a ver el valle de los templos de noche, pero estábamos cansados, no habíamos comido muy bien y mi mujer no es muy amante de eso de ver “piedras viejas”, con lo que empezamos a barajar la posibilidad de no ir.
Yo tenia ganas de ir , pero hubo algo que decantó la balanza; justo esa noche, el hotel preparaba una cena en la terraza de la piscina, con degustación de cocina típica siciliana… en definitiva, una cena al aire libre , música y una botella de vino contra mas de dos mil años de años de historia de la humanidad... y elegimos la cena , claro !!??
A pesar de mi cabreo inicial, los arancini, el pez espada con alcaparras, la pasta con pescado, los involtini sicilianos, etc., me hicieron ver que hay mas maneras de descubrir Sicilia a parte de hacerlo visitando monumentos y lugares de interés. Mezclarse y vivir como la gente del sitio donde estés es la mejor manera de conocer un lugar y la gastronomia es una parte muy importante de esto… siempre se dice eso de donde fueres haz lo que vieres, no ?? pues con la comida igual !! Mención a parte para los postres: la “cassata” y, sobretodo, los “cannoli” ! Perdí la cuenta de cuantos cannoli me comí en el viaje, pero cuando llegué a casa, la báscula se encargó de recordármelo
Pues con la tripa llena y después de una agradable velada, un paseo por los jardines del hotel y un ratito sentados a la fresca, nos fuimos a dormir.