En 2009 fuimos una semana a Tenerife, fue la primera de las islas del archipiélago canario que visitamos. Después vinieron Lanzarote y Gran Canaria, y teníamos ganas de volver, después de un frustrado viaje a Fuerteventura en 2016. Así que buscando vuelos para el puente de diciembre, vi que Ryanair ha bajado los vuelos a Tenerife, y justo el día de mi cumpleaños. Fantástico regalo, volvíamos a Canarias.
Fueron solo 4 noches, que por los horarios eran 3 días y medio escasos. Pero como no teníamos prisa por ver lo “imprescindible”, que ya habíamos visitado anteriormente, nos centramos en cosas que se quedaron pendientes por un motivo u otro.
Decidimos quedarnos en el sur ya que, siendo diciembre, parecía que allí tendríamos mejores posibilidades de buen tiempo. Nos alojamos en Costa del Silencio, en un apartamento alquilado por Airbnb. Pequeño, pero situado junto a un supermercado, bares y a 10 minutos andando de la playa de Montaña Amarilla, a cuyo chiringuito fuimos cada tarde a tomar la cerveza.
Para el alquiler de coche, comparamos precio en las compañías locales, como hacemos habitualmente en Canarias. En esta ocasión alquilamos con Autoreisen, un coche pequeño por 64 euros los 4 días.
Uno de los lugares que queríamos visitar era el parque rural de Anaga, y el mismo día que compré los vuelos reservé el permiso para hacer el sendero de “el bosque encantado” en la reserva de El Pijaral. Al estar en zona protegida, solo se permite el acceso de 45 personas al día, y con dos meses y medio de antelación, solo conseguimos para el único día no festivo del puente, todo lo demás estaba reservado. Gracias @Salodari por avisarme, que si no me hubiese quedado sin el permiso. La web para la reserva es: centralreservas.tenerife.es/ ...ctividad/1
Además de Anaga, queríamos volver al Teide, pero sin subir en el teleférico, sino ver los miradores de la cañada y, si era posible, recorrer algún sendero. También queríamos hacer algo de snorkel si el tiempo lo permitía, y nos llevamos anotados algunos senderos para recorrer. Otra actividad que tenía en mente era hacer kayak para ver delfines y tortugas. Todas esas eran las posibilidades, pero no llevamos nada cerrado, salvo el permiso de Anaga, porque queríamos tener opciones dependiendo de la climatología.
Hablando de climatología, unos días antes de irnos empezamos a ver en las noticias el temporal que iba a pasar por Canarias. Así que fuimos preparados para todo tipo de clima. El bañador y las gafas de snorkel compartían maleta con las botas, polares y el chubasquero. Y aunque el temporal no nos dejó hacer muchas cosas, disfrutamos de cada momento, adaptándonos a las circunstancias. Además, nos dejó un regalo, que fue ver el Teide con nieve