De nuevo un estupendo desayuno y dejamos el alojamiento para salir de camino a Alsacia, cogemos la carretera que va por el norte del lago, es curioso pero el gps te da una hora estimada de trayecto y en Alemania siempre resulta complicado que se cumpla por carreteras convencionales, siempre se va algo más de tiempo, y es que el paso por los pueblos es muy lento, en muchos casos señalizado a 30 km/h y con radares, otra cosa es por autopista. El día ha ido mejorando, ya no llueve y saldrá el sol, ya nos durará el buen tiempo todo el resto del viaje. Atravesamos Friburgo, también se hace lento, y finalmente cruzamos la frontera francesa hasta llegar a Eguisheim, por temas de tiempo hemos descartado parar en Friburgo, y si podemos ya visitaremos Neuf-Brisach.
Aparcamos en un parking de pago a las afueras de Eguisheim, era barato y estaba pegado al centro en cualquier caso. Eguisheim es un pueblo muy bonito, pequeño, damos la vuelta por la calle que bordea el pueblo y después el cogollo del centro, no hay demasiada gente ya que es un martes. A mediodía buscamos sitio para comer, vemos un sitio que parece estar bien pero ya tienen la cocina cerrada (serán en torno a las 2), al final encontramos únicamente disponible la patisserie Marx, donde podemos comer sólo unas crepes, que cuando menos estaban buenas.