4 días por Amsterdam ✏️ Blogs de Holanda

Introducción e informaciones prácticas


Amsterdam es una ciudad sorprendente y diferente. Sus canales bien estructurados, sus rincones históricos, sus innumerables museos, su ingente cantidad de bicicletas son algunas de sus muchas características que la hacían un destino atractivo para nuestro viaje al extranjero de verano acompañados de nuestras hijas de 14 y 10 años. Totalmente recomendable para una corta escapada en familia como la que hemos hecho nosotros.

Recomendaciones (o sugerencias)

Amsterdam es una ciudad relativamente pequeña en la que si planeas mucho las visitas y los itinerarios éstos se pueden ir al traste por las condiciones climáticas (al menos en el mes de agosto)o por los horarios: por lo que a veces es mejor dejarse llevar e ir recorriendo la ciudad. Recomiendo que si estáis interesados en entrar a los museos adquiráis las entradas por internet.

• En la casa de Ana Frank hay que intentarlo durante bastante tiempo y a diferentes horas a través de su página web oficial.
• Tanto en el Rijksmuseum como en el Museo Van Gogh os evitará un tiempo de cola

* Moverse en destino: En Amsterdam puedes hacer muchos (o casi todo dependiendo de dónde te alojes) recorridos caminando, sobre todo su parte central que, para mí puede comprender desde la casa de Anne Frankhuis, al Oeste hasta el Magere Brug en el Este y desde la Estación Central al Norte hasta la Stadhouserskade al Sur.

A parte de caminar merece la pena estudiar qué tipo de billete de transporte público es el adecuado a lo que se pretende hacer en la página www.gvb.nl que gestiona el transporte público de metro, autobús y tranvía. Éste último, sin duda, es la mejor manera de moverse si no se hace a pie o en bicicleta, si os atrevéis.

Hay una tarifa válida durante 1 hora de 2,80€ para el billete sencillo y también billetes válidos por días.

* Cuándo ir: Seguro que cualquier momento es bueno para ir a Amsterdam; pero tened en cuenta que recibe muuuuchos viistantes y por eso las colas en determinados sitios pueden haceros perder tiempo. Tiempo que no está garantizado que sea bueno en el mes de agosto por los chubascos más que habituales.


* Comidas: En Amsterdam hay un montón de sitios y opciones para comer. Nosotros, cenamos y desayunamos en el hotel debido a que su ubicación lo hacía más recomendable. Las comidas han sido variadas: una en un restaurante español muy recomendable, otra en las cafeterías de los museos, etc. Además, en las zonas turísticas hay pizzerías, hamburgueserías, etc.

* Vuelos y traslado a la ciudad: Hay 1 aeropuerto en Amsterdam: el aeropuerto de Schiphol que se encuentra situado a unos 13 km al suroeste del centro de la ciudad. Lo más normal y económico es trasladarse hasta la Centraal Station (estación de tren) en tren que sale cada poco (10 minutos) y que por 4,10€ + tasas te lleva en unos 15 minutos hasta la estación central. Las máquinas expendedoras (las amarillas y azules) se encuentran fácilmente cuando llegas caminando desde el avión siguiendo las indicaciones del tren. El precio aumenta 0,50€ si se paga con tarjeta de crédito y no aceptan billetes sino sólo monedas.
También hay un servicio de autobuses lanzadera que unen hoteles de Amsterdam con el aeropuerto y son gratuitos para los clientes de esos hoteles aunque no exclusivos para ellos.


Información pràctica

- Vuelo ida: con Transavia salida desde BCN a las 07:55h y llegada a Amsterdam 10:20h, con 4 asientos reservados y sin facturar maletas por 296€. Cuando puedes hacer check-in vía internet recibes un email con el enlace que te permite imprimir tus tarjetas de embarque


- Vuelo vuelta: con Vueling con salida a las 13.55h y llegada a BCN a las 16.10h, con 4 asientos reservados y sin maletas facturadas por 337€. Sin problemas como casi siempre.

- Hoteles: el Ibis Style Amsterdam City, 3 noches con alojamiento y desayuno por 677€ + impuestos – cheque regalo de la cadena Accor. Habitación familiar. Buen desayuno y atención de todo el personal. Recomendable aunque en la frontera de lo aconsejable para moverte caminando.

- Traslado aeropuerto Barcelona[b]: Dejamos nuestro coche en el parking de proximidad PT3 por 34€, los 4 días que se pagan una vez recoges el coche al regreso, e incluyen también el traslado al aeropuerto y la recogida en la terminal.

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El vuelo sale a las 7:55h desde la T2 del aeropuerto de Barcelona, así que salimos temprano de casa en coche hasta el parking de proximidad PT3. Desde allí en pocos minutos nos llevan a la terminal en furgoneta, furgoneta que ocupamos en solitario nosotros cuatro: mi mujer, nuestras dos hijas y yo mismo. El día anterior había podido imprimir las tarjetas de embarque por lo que al no facturar maletas nos dirigimos a los controles de seguridad y de allí hasta la puerta de embarque. Volamos con Transavia y realmente bien: embarcamos y despegamos a la hora prevista, el avión es bastante cómodo y el vuelo sin problemas.


Una vez tomamos tierra en Schiphol, el aeropuerto de Amsterdam, seguimos las indicaciones hasta la estación de tren que hay justo debajo del aeropuerto. En el hall de la estación de tren compramos los billetes de tren (en las máquinas amarillas y azules) por 4,10€ + 1,00€ de tasas hasta la Centraal Station. Tomamos un tren directo que en 15 minutos nos lleva hasta la estación central de Amsterdam.


Desde allí empezamos a recorrer la ciudad para ir hasta, dando un rodeo, nuestro hotel. Nada más salir hay que contemplar la propia Centraal Station, un edificio estupendo del mismo arquitecto que el Rijksmuseum.


Saliendo de la estación de trenes hacia el Este se ve delante la Sint Nicolaaskerk, la principal iglesia católica de Amsterdam que contiene, entre otras cosas, la corona de Maximiliano de Austria. Más hacia el Este está Schreierstoren (o torre de las lloronas) desde la que se dice que las mujeres despedían a sus maridos que se embarcaban. (Hoy en día es una cafetería)


Por detrás de la torre y andando por callejuelas entramos en el barrio chino en el que los letreros de las calles están en ese idioma


Luego por Oudezijds Voorburgwal llegamos a Ons Lieve Heer op Solder (o Amstelkring). Se trata de una casa de apariencia normal que esconde una iglesia católica clandestina en su ático. Se puede recorrer, además, de la propia Iglesia. el confesionario, la cocina y otras dependencias subiendo y bajando por escaleras antiguas y acompañado de una audioguía en español. Se puede visitar desde las 10.00h hasta las 17.00h por 9€, los adultos y 4,5€ los niños de 5 a 18 años.



Después de esta visita y siguiendo por la misma calle llegamos hasta la Oude Kerk (o Iglesia antigua). El edificio más antiguo de la ciudad. Sólo se puede pagar con tarjeta de crédito.
El horario de visita es de 10.00h a 18.00h y se tiene que pagar por visitar la torre y la Iglesia


Después desde ahí seguimos por esa misma calle hacia el Sur hasta la calle Damstraa y por ella hasta Kloveniersburgwal para llegar a Zuiderkerk. La primera iglesia protestante de la ciudad que ahora ya no es templo.


Luego tomamos la St Antoiniesbreestraat para llegar a la Rembrandthuis (que ahora no visitamos) para desembocar en la Waterlooplein donde está la Portugees Synagoge. Horario de 10.00h a 17.00h, excepto el sábado.

Desde allí y por la ribera del Amstel y hacia el Sur y pasando por el Magere Bru llegamos hasta la Stadhouserskade, donde en el número 135 se encuentra nuestro hotel: Ibis Style Amsterdam City.. Con el tranvía 4 desde la estación central hubiéramos llegado en 10 minutos después de 8 paradas, pero así hemos aprovechado para hacer visitas, pasear y tomar contacto con la ciudad.


Como llegamos ya a más de las 15.00h la habitación está preparada. Dejamos las maletas que hemos ido arrastrando desde la estación central y salimos a comer algo. Relativamente cerca del hotel, en la calle Utrechtsestraat, antes de llegar al Prinsengracht, está el restaurante español "Pata Negra". Muy recomendable, con un tempranillo como vino de la casa y productos de buena calidad y todo ello no muy caro para lo que es Amsterdam.


Luego de la comida regresamos a la calle del hotel, la Stadhouserskade, por la ribera del canal Singel pasamos por delante de la Heineken Experience, que ocupa una gran superficie. Nosotros no entramos, pero el movimiento en sus alrededores es de mucha gente. Desde la calle se ve una terraza que debe tener unas buenas vistas.


Más adelante se llega a la entrada del Rijksmuseum, cuya visita estaba prevista para otro día, y un poco más adelante se encuentra el muelle de la Blue Boat Company. Escogimos esta compañía para hacer el recorrido de la ciudad por los canales por tres razones: la primera, porque está relativamente cerca del hotel; la segunda, porque su recorrido es de 75 minutos en lugar de los 60 minutos de otros muchos recorridos; y, la tercera, porque hay un ticket familiar que permite embarcar a 2 adultos y hasta 4 niños como máximo de 10 años, por 42,50€ (el precio de adulto es de 16€ y el de niños de edad comprendida entre 5 y 10 años es de 8,50€). Salen cada 30 minutos desde las 10.00h hasta las 18.00h y dan un recorrido por lo más típico de la ciudad.



Cuando desembarcamos empezó a llover, así que pusimos rumbo al hotel para descansar. Durante este recorrido nos llamó la atención que a pesar de la lluvia, a momentos bastante fuerte, el tráfico de bicicletas casi no disminuía e incluso las ejecutivas con sus tacones y sus móviles iban haciendo su recorrido como si tal cosa.

Muy cerca del hotel hay un Lidl donde nos aprovisionamos para cenar en el hotel, pero antes de eso y antes de que fuera muy tarde salimos para llegar hasta el Magere Brug iluminado


Con eso dimos por concluido el día y hasta mañana que nos esperaba otro igual de intenso.

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El desayuno del hotel se sirve desde las 7.00h hasta las 10.30h y como hemos de coger fuerzas lo aprovechamos. La previsión meteorología del día nos daba lluvia a partir de las 18.00h por lo que no había que perder mucho tiempo.

Salimos del hotel y pasamos de nuevo por delante del "Pata Negra" y tomamos el Prinsengracht hacia el Oeste para pasar por la Amstelkerk. Una antigua iglesia calvinista de madera que vale la pena echarle un vistazo.


Seguimos subiendo hacia el centro por el Reguliersgracht hasta la Rembrandtplein donde está el conjunto escultórico de la Ronda de Noche a los pies de la escultura del autor de ese enorme lienzo, Rembrandt. Es la estatua más antigua de la ciudad al aire libre.


Desde allí llegamos a la Muntplein, plaza donde está la Munttoren, plaza donde se encuentran el rio Amstel y el canal Singel y que fue originariament parte de una de las puertas de la muralla medieval de la ciudad. La parte más antigua data de la década de 1480 y ha sido ampliada y reformada por causa de incendios.


Desde aquí se accede al Bloemenmarkt (mercado de las flores) que está abierto diariamente desde las 9.00h a 17.00h.Los puestos del mercado se encuentran situados en barcazas atracadas a lo largo del canal Singel


Después de pasear entre bulbos a la derecha y quesos a la izquierda y siguiendo por la ribera del canal y pasando por delante de la Oude Lutherse Kerk (iglesia luterana) llegamos a la plaza Spui. En uno de los lados de la plaza y como si de la entrada de una casa más está una de las entradas a uno de los rincones más bonitos de la ciudad: el Begijnhof.


Este recinto se trata de un conjunto de elegantes casas fundado allá por el 1346 para albergar a una comunidad de mujeres católicas laica que se dedicaban a la caridad y el cuidado de los enfermos. En este recinto destacan: una casa con su fachada de madera (una de las dos únicas que quedan en Amsterdam) y la primera iglesia católica clandestina de la ciudad.

Al salir del recinto nos dedicamos a pasear por la Kalverstraat, una calle muy comercial, hasta llegar a la Plaza Dam



Esta plaza es el núcleo inicial de la ciudad. En ella se alza el Monumento Nacional, un obelisco de más de 20 metros dedicado a los soldados holandeses caídos en la II Guerra Mundial. Al otro lado de la plaza está el Koninklijk Paleis (o Palacio Real) que se trata de un palacio de estilo neoclásico construido entre 1648 y 1655. Además también está la Nieuwe Kerk (o iglesia nueva). Abierta desde las 10.00h a 17.00h (la entrada cuesta 7,5€, los adultos)

En uno de los extremos de la plaza está la tienda de souvenirs que tiene como reclamo un zueco amarillo enorme para hacerte unas fotos metido en él. Luego recorrimos la calle comercial que he comentado antes en sentido inverso hasta la altura del Amsterdam Museum.


Aquí, en su cafetería, comimos bastante aceptablemente y a buen precio. Después de reponer fuerzas salimos al canal Singel para ir hacia el Norte hasta la altura de Raadhuisstraat desde la que se ve la estatua de Atlas en la parte posterior del Palacio Real


Siguiendo por esa calle se llega a la Westerkerk, en la que su carillón hace sonar 48 campanas con diferentes melodías . Justo a su lado está la casa de Anne Frank.



Llegamos a más de las 16.00h y la cola era bastaaaante larga, pero como el horario en verano se alarga hasta las 22.00h decidimos intentar entrar guardando cola durante un tiempo no muy exagerado. A las 16.50h comprábamos las entradas, eso sí después de mojarnos con una lluvia impertinente que apareció intermitentemente. El precio de la entrada es de 9€ los adultos y 4,50€ los jóvenes de 10 a 17 años. Se ha dicho mucho de la casa y de lo que representa. Yo sólo os diré que a mis hijas les gustó y se hicieron preguntas sobre los hechos de esa época. El recorrido está bien montado aunque carezca de audioguía. Aquí estuvimos casi 2 horas, por lo que a la salida empezamos el recorrido hacia el hotel.

De nuevo una buena caminata: primero por la ribera del Prinsengtracht hasta la altura de la Leidsestraat para desmbocar en la Leidseplein donde encontramos el ajedrez gigante y vivimos su animación.


Desde aquí y cruzando el Singel llegamos a la calle del hotel por la que pasamos por el Rijksmuseum. Ahora aprovechamos para cruzar el hall de entrada para ir a dar con las famosas letras I amsterdam. Imposible sacar las letras en una foto sin alguien desconocido, pero bueno una atracción más.


Desde allí ya hasta el hotel y durante el camino empezó a llover, esta vez, fuertemente; por lo que hicimos lo mismo que el día anterior: comprar en un supermercado y cenar en la habitación del hotel y a descansar hasta mañana.

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