![]() ![]() Palas de Rei, Vilalba y la Ría de Ferrol: la Galicia costera y a la de interior ✏️ Blogs de España
La visita de unos amigos de León propició que organizase unos de los mejores fines de semana que recuerdo. Quise sorprenderlos llevándolos a descubrir algunos de los rincones de Galicia menos conocidos… y la sorprendida fui yo.
Como ya habían estado en Santiago, Coruña, Ribeira Sacra y Playa de las Catedrales, que son los cuatro valores seguros a los que me aferro cada vez que alguien de fuera viene a verme, pensé en organizar algo distinto y, de paso, aprovechar para abrir yo también los ojos.Autor: Soniavasquez Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (5 Votos)
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Recurrí una vez más a mis amigos (*Editado por moderacion *) que me propusieron que los llevase a ver un punto de la costa y otro de interior haciendo una ruta de interpretación ambiental. Aunque el precio se disparaba bastante de lo que yo tenía pensado invertir en esta sorpresa, la verdad es que el plan me apeteció tanto que decidí liarme la manta a la cabeza y encargarles un particular Descubre Galicia.
El sábado nos recogieron en Santiago muy tempranito, y nos llevaron en furgoneta hasta Palas de Rey (Lugo). Al llegar a Palas nos tenían preparado el desayuno en uno de los bares del pueblo y, menos mal, porque para lo que nos esperaba más nos valía ir con los niveles de energía a tope. No había terminado de darle el último bocado a las tostadas y ya nos tenían listas las bicicletas. Antes de salir, Oscar nos comentó que la comarca de la Ulloa estaba marcada por el paso del Camino de Santiago (de ahí que existan más de 40 iglesias y capillas románicas), pero que también abundan los restos arqueológicos: mámoas, dólmenes y castros son el testigo de antiguos asentamientos que se romanizaron cuando por allí pasaba la vía de Lucus Augusti hacia Iria Flavia. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Pero, sobre todo, la historia de la comarca está ligada al castillo de Pambre, una de las fortalezas mejor conservadas de Galicia y que fue testigo de las revueltas Irmandiñas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Comenzamos a pedalear y tras salir de Palas de Rey por el Campo dos Romeiros, Óscar nos habló de que en esa zona había mucha devoción a San Julián, y prueba de ello es la iglesia de "San Xulián do Camiño". Según la leyenda, Julián, un noble soldado, da muerte por error a sus padres. Para purgar su pecado se establece como hospitalero hasta que recibe la visita de un ángel que le comunica el perdón divino. Una frondosa vegetación nos acompañó a lo largo de nuestro recorrido (que transcurrió mayoritariamente sobre pistas asfaltadas) en el que encontramos los Pazos de Ulloa (famosos por la novela de Emilia Pardo Bazán en la que se inspiró la serie) y el castillo de Pambre. Nos detuvimos para beber y contemplar el castillo, un fuerte asentado sobre un macizo rocoso que ejercía de defensa natural, que fue propiedad de la familia Ulloa. Los monitores nos contaron que fueron protectores de los peregrinos, al contrario que los señores de la cercana fortaleza de Felpós, que los esquilmaban y robaban hasta que el Arzobispo Berenguer puso fin a esta situación. Según la leyenda que nos contaron (que surgió probablemente para borrar el pasado antijacobeo de Felpós), un caballero francés que estaba peregrinando fue herido por bandoleros y recogido y curado en este castillo. Las dos hijas del señor del lugar se desvivieron en su cuidado hasta que, recuperada la salud, continuó su camino. Al regresar de Santiago se casó con la más joven y ambos se van a Francia. Según la tradición, la mayor, despechada y triste, subía todas las mañanas a la torre para ver si su enamorado regresaba hasta que murió de pena. Seguimos pedaleando y descubriendo los hórreos, hospitales de peregrinos, molinos y cruceiros que configuran la esencia del corazón de la Ulloa mientras Óscar nos guiaba a través de esta lección de historia que remató en Melide para comer el famoso "pulpo á Feira" de Ezquiel. Maravilloso comer el pulpito, acompañado de sus cachelos y una taza de vino, sentados en aquellas mesas y después de semejante paliza. Nos metemos en la furgoneta y compruebo con satisfacción que mis amigos están encantados, parloteando sin parar y comentando lo bueno que estaba el pulpo en ese sitio tan rústico, la belleza del paisaje y las historias que nos ha contado Oscar. Llevo un poco cargados los gemelos, pero voy feliz todo el trayecto hasta Villalba. Después de pasar la mañana sudando y pedaleando, la ducha que nos dimos al llegar al Husa Spa Villalba, donde pasaremos la noche, nos sienta casi tan bien como el pulpo. El hotel es otra grata sorpresa, pues es un 4 estrellas muy moderno y acogedor que poco tiene que ver con los hoteles de Husa que yo conozco. Yo, que hacía años que no daba en bicicleta más que paseos, tuve tentaciones de quedarme durmiendo una siesta... pero ahí estaban de nuevo los chicos de Itineris con los Quads preparados para otra ruta. *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos divertimos de lo lindo atravesando charcos, sorteando baches y haciendo rugir los motores por el camino. Regresamos para cenar cuando empezó a oscurecer. *** Imagen borrada de Tinypic *** Agotados, nos fuimos a la cama enseguida, pensando en la excursión del día siguiente con la misma ilusión de cuando estábamos en el colegio.
Desayunamos en el hotel (sencillito, pero bien), y pusimos rumbo a Ferrol en la “adventure machine”.
Para quien sólo vincule esta ciudad al caudillo, hay que decir que Ferrol es uno de los núcleos urbanos más importantes de Galicia. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Es un ejemplo del urbanismo racional del modernismo, no sólo por la cantidad de edificios de este estilo que se conservan (que se adaptaron a las peculiaridades de la ciudad resaltando el papel de la galería acristalada), sino por la ordenación en cuadrícula de las calles del barrio de la Magdalena. También ofrece grandes contrastes, con sus restos medievales, construcciones militares, castillos... Nos dejaron en Esteiro, un antiguo barrio “de vida alegre” que hace años se reurbanizó completamente, para ir andando hacia el puerto y así poder descubrir algo más sobre la ciudad donde, según Los Limones, “perder es lo normal”. Nos explicaron que el barrio de la Magdalena fue declarado Conjunto Histórico-Artístico a principios de los 80. Atravesamos el Cantón y nos introdujimos en las cuadriculadas calles. Sorprende ver a cada paso que los “brotes” de la recuperación económica se alternan con las huellas de la tremenda crisis que padeció en los 80s. Cuesta creer que desde mediados del siglo XVIII, y hasta la reconversión industrial, Ferrol era la ciudad más industrial de Galicia, en la vanguardia de la modernidad, y de un curioso “cosmopolitismo”. Según nos contaron, por su calidad de puerto preferente del comercio con los ingleses, Ferrol vivía “abierta” a la influencia británica. Esta relación impregnó el vocabulario local y dejó en herencia curiosas mezclas de ambos idiomas. En ferrolano, por ejemplo, ir a toda prisa se dice “ir a todo filispin” (que, al parecer, proviene de “full speed”), y las señoras mayores le llaman a los cepillos de fregar el suelo “el brush”. Curiosidades que ponen en evidencia los rasgos más superficiales de una intensa relación comercial de siglos. Su casco antiguo, conocido popularmente como Ferrol Vello, es el lugar donde se originó la ciudad que hoy conocemos, con sus casas de arquitectura popular marinera de bonitas cristaleras. Aunque ha comenzado a rehabilitarse, todavía encontramos zonas francamente deterioradas. Yo no sé si es mi punto nostálgico, pero a mi me encanta este Ferrol Vello decadente, con sus calles empedradas, estrechas e irregulares. Llegamos al puerto y nos estaba esperando el Hidria II, un antiguo vapor completamente restaurado. Durante la travesía, Sesé nos explicó todo el complicado proceso de rehabilitación del barco. *** Imagen borrada de Tinypic *** Sobre la cubierta nos hablaron de la Ría, cuya forma la hace perfecta para la vida marina, ya que brinda abrigo de los vientos y los temporales. *** Imagen borrada de Tinypic *** Pero esta configuración de “puerto natural”, que la hace rica, también la hace idónea como punto defensivo, por lo que hasta hace prácticamente dos siglos tuvo un carácter totalmente militar. *** Imagen borrada de Tinypic *** Al atravesar en barco la ría se hace patente lo difícil que debía de ser el acceso a Ferrol desde el mar, ya que entre los castillos de San Felipe y de La Palma (construidos uno en frente del otro) se tendía una cadena, en caso de ataque, que constituía una barrera prácticamente infranqueable. Más tarde se utilizaron como prisiones del Ejército y en uno de ellos estuvo el Coronel Tejero. *** Imagen borrada de Tinypic *** Ferrol no puede explicarse sin su relación con el mar, tanto desde el punto de vista militar, como comercial, como por su pesca y sus astilleros. *** Imagen borrada de Tinypic *** También está vinculada a las rutas jacobeas, ya que a partir del siglo XI empezaron a llegar por mar peregrinos procedentes de Gran Bretaña y del norte de Europa. La entrada de la Ría esta custodiada por el Cabo de Prioriño Chico y las Puntas de Coitelada y del Segaño. El Hidria nos llevó por toda la costa, disfrutando de la visión de playas y acantilados de singular belleza. Uno de mis rincones favoritos es Pantin (conocida por el campeonato internacional de surf que se celebra allí)… pero ésa ya es otra historia. Durante la travesía nos explicaron que la Ría de Ferrol al ser tan estrecha tiene unas corrientes bastantes fuerte, por eso para poder sacar barcos de gran tonelaje hay que aprovechar un fenómeno llamado Slack Water. Al parecer, 30 minutos antes o después de la Plea o de la Bajamar la corriente se va parando, momento que se aprovecha para sacar dichos buques con una menor dificultad. Regresamos hacia el interior de la ría y atracamos en Mugardos (muy cerquita del castillo de La Palma y justo enfrente de Ferrol) para tomar el típico pulpo a la mugardesa (una especie de guiso que no se parece nada al tradicional “á feira”… pero que está buenísimo) en el muelle. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Aunque casi todos los locales que están en torno al puerto de Mugardos lo ofrecen, escogimos “La Posada del Mar”, un local en madera típicamente marinero. Con el gusanillo del aperitivo en el cuerpo, fuimos a comer al “Mesón da Pedreira”, (en las afueras del pueblo) donde nos pusieron pescadito y marisco fresco fresquísimo. Después del banquete de productos del mar pusimos rumbo al bosque… mejor dicho, a las “fragas” del Eume. Estos bosques mágicos, declarados parque natural a finales de los 90s, son el resultado del equilibrio entre la evolución natural y el mantenimiento de las características del suelo, del clima y la orientación. Constituyen el bosque atlántico costero más extenso y representativo del conjunto europeo e inspiraron “El bosque animado” de Wenceslao Fernández Florez. El río Eume, que nace en la Serra do Xistral (Lugo), es el vertebrador del parque. Los monitores nos explicaron que Galicia estuvo en su mayoría cubierta por fragas hace mucho tiempo. Son bosques mixtos en los que predominan los robles, pero en los que también hay una mezcla de especies autóctonas de Galicia como abedules, arces, acebos… Su mayor amenaza son las plantaciones de eucaliptos que van desplazando las fragas progresivamente. Un factor muy importante de la fraga es que reúne a varias especies que resistieron las glaciaciones debido a la orografía del terreno. Por ejemplo, el laurel, una especie arbórea que es una resistente luchadora. Permaneció como relicto de las épocas del continente único, el Pangea que posteriormente se fue separando poco a poco. Otro ejemplo es el helecho, contemporáneo de los dinosaurios. Esta planta carece de flores, por lo que no se le ha dado una gran importancia a nivel ornamental. En cambio revela una especial belleza enmarcado en el brillo húmedo de los espacios en los que se encuentra. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos dimos un buen paseo por el parque, y tuvimos la oportunidad de ver restos de molinos y “curritas”, unas antiguas construcciones dedicadas a la conservación de las castañas porque, antes de que trajeran la patata de América, eran el alimento básico de los gallegos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Exhaustos regresamos a la furgoneta y emprendimos el camino de regreso. El fin de semana había terminado. Dos días intensos en los que caminamos, anduvimos en bici, condujimos quads, fuimos en barco… habíamos visto fragmentos de la Galicia interior, su costa, bosque… aún así, todos nos quedamos con la sensación de que no habíamos hecho más que comenzar la aventura de descubrir Galicia. 📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (5 Votos)
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