4 días en Mallorca ✏️ Blogs de España

Una vez habíamos desayunado, nos fuimos dirección a Alcudia, al noreste de la isla. El plan para este día era ver playas mas o menos vírgenes y que mejor que nuestro compañero mallorquín, que se conoce la isla palmo a palmo para llevarnos a sus preferidas.

Paramos en la Colonia de Sant Pere, donde mas tarde comeriamos, a sacar dinero y ha comprar algo de beber para la playa. Seguimos el camino hasta la primera playa que veríamos.
Cuando llegamos habían 3 personas en la playa y teniendo en cuenta que eran cerca de las 12 del medio día no era algo habitual para nosotros, que somos de Barcelona.
Esta cala me llamo la atención por su arena, bueno su arena, no se como llamarlo, en lugar de arena había medio metro de algas que cubrían toda la cala hasta el acantilado, no mas de 3 o 4 metros entre el agua y el acantilado.
Estirabas la toalla y te tumbabas allí encima, aquello parecía un colchón, donde podrías pasar una noche tranquilamente. Lo malo el olor que desprendía, a mar como no, que al principio se hacia un poco pesado pero enseguida te acostumbrabas.
Me sorprendieron unas cuevas abandonadas que habían en un lateral de la cala.


A la hora de comer volvimos al pueblecito donde habíamos sacado dinero y comprado algo y buscamos un restaurante, donde nos comimos una paella de marisco como Dios manda, en primera linea de mar. La sorpresa fue cuando vimos que empezó a salir humo de uno de los barcos del pequeño puerto de la localidad, en seguida vinieron los bomberos y lo apagaron, pero menuda gracia para el dueño...

Después de comer volvimos a coger rumbo a otra cala conocida por nuestro compañero, un rato de coche y el camino se acababa, había que seguir a pie y acabar descendiendo el acantilado.
Llegamos a una preciosa cala de piedra, aquí era difícil tumbarse, pero se podía estar tranquilamente, dos personas contadas habían.


Los primeros tres metros de agua, el fondo era rocoso, pero al continuar, descubríamos un banco de arena fina donde se hacia pie perfectamente. Sin duda la mejor cala que visitaríamos en nuestro viaje.

Y se hizo la hora de irnos y volver a casa donde cenamos y nos arreglamos, esta noche si, para salir de marcha por Palma.

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Nos levantamos cansados después de acostarnos bastante tarde, algunos con resaca, como no.
El tiempo justo para hacer las maletas, despedirnos de aquella casa donde habíamos pasado unos días estupendos y partir hacia el aeropuerto, donde nos esperaba una larga espera.

El avión tenia prevista la salida a las 14.20, pues finalmente eran cerca de las 15.30 cuando, a través de las cristaleras de la terminal, vimos el avión de Ryanair aparecer.


A las 16h aproximadamente despegamos hacia El Prat, donde sin perder un segundo, fuimos a la estación de Renfe, camino del centro de Barcelona, donde nos esperaba el Sonar, para acabar la primera semana de vacaciones después de un duro curso.

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