Como siempre habíamos decidido aparcar en pleno centro de la ciudad, y así no tener que andar el recorrido de ida y vuelta, si aparcas en zona azul el máximo permitido es de 2 horas por lo que lo dejamos en un parking de la calle Eirmarkt a 50 metros del hotel Hilton y la Catedral.
Nos dimos un paseo por centro de la ciudad, y decidimos tomar un pequeño tren turístico que nos daría un paseo por la ciudad, nos costó 24 euros los 4, y resultó como todas estas cosas un pequeño engaño, ya que te enseñan el centro que luego lo ves tu andando y lo que te salen del recorrido no merece la pena de ver.
Estuvimos visitando la plaza principal Grote Markt el Ayuntamiento con cientos de banderas, la fachada de la parte noreste y las calles que hay por alrededores como la calle Koormarkt con todos sus restaurantes. La calle shoenmarkt y adyacentes.
También estuvimos en el Castillo que es bonito por fuera pero no tiene nada dentro.
Después de ver Brujas y Gante pues Amberes no tiene nada salvo los diamantes que son muy pequeños y no se ven por la calle y el puerto que como es el 4 mayor del mundo tampoco se ve de grande; en conclusión de no ir a comprar diamantes es una visita que se puede anular, es una ciudad normal ni tan bonita ni tan turística como las otras de Bélgica.
Tras 4 horas en Amberes salimos hacia Malinas, que dista unos 25 Km. En unos 15 minutos estábamos allí, dejamos el coche en el parking de la Catedral, justo en la puerta. Y cual fue nuestra sorpresa que es una ciudad pequeña pero preciosa en su conjunto; lo animado de sus calles, sus gentes, las terrazas de los bares, sus edificios y sus flores por todos los sitios, a mi me gusto mucho, no tiene la belleza de Brujas o Gante, pero en conjunto en una pocholada.
Estuvimos comiendo en una terraza en la plaza y los precios son muy parecidos a los de España; cuando pides una cerveza (que en Bélgica son un arte) te suelen ofrecer las de cada población; con la ventaja que hay muchísima gente que habla Español, nosotros 4 es lo único que conocemos y hemos ido y vuelto. Sin problemas. Y hemos notado a la gente bastante amable. Al atardecer volvimos a Tournai, pasando antes por un Carrefour a repostar de algunas frutas, bebidas etc.; tomamos una cervecita leff en una terraza de la plaza donde nos atendió una bonita camarera que hablaba Español perfectamente (había trabajado en Estepona) preparar la cena. Y descansar. A mi Malinas me encantó. Aquí os dejo unas fotos.