10 SEPTIEMBRE 2013
Habíamos quedado a las 8.30hrs para ir al mercado de Tsukiji para desayunar sushi, un integrante de nuestro grupo se durmió y al final salimos a las 9, llegando al mercado a las 9.30hrs. Salimos de Ikebukuro con la Marunouchi Line hasta Ginza, ahí cogimos la Hibiya Line hasta Tsukiji. Al salir preguntamos y llegamos al mercado. En todos los puestos de comida había colas pero entramos primero a dar la vuelta por dentro el mercado y ver esas piezas tan grandes de atunes y demás peces. Es una visita muy curiosa e interesante.
Ya con hambre salimos del mercado y vemos justo unos restaurantillos, todos muy pequeños, que no había nadie, pasando de hacer cola en los más famosos entramos ahí. Cogimos un menú que incluía 15 piezas + la sopa miso + té verde, todo por 2.100Y. El cocinero era muy cachondo y nos dejó hacerle fotos preparando el sushi. Estaba todo muy bueno, podría comer sushi cada día!
Al acabar habíamos quedado con Cristina enfrente del Teatro Kabukizo y ya llegábamos tarde. Nos separamos de nuestros amigos porqué querían ir a la zona de museos de Roponggi. Nos encontramos nosotros con Cristina y dimos una vuelta por Ginza, entramos también al Sony Center y vimos todas las plantas, si te gusta el tema supongo que está bien, ves cosas que no ves todavía aquí.
Ginza pues bueno, un barrio comercial, se nota que es de más categoría.
Salimos y nuestra siguiente parada era los Jardines del Palacio Imperial, pasando primero por el Parque Hibiya, que es precioso, me pareció muy bonito. Íbamos a los jardines cuando me escribió Joan que habían encontrado los museos cerrados, era lunes, no habíamos pensado en esa posibilidad, pues nada, esperamos a que llegaran y nos fuimos todos a los jardines, que más bien debería de llamarse “los céspedes del Palacio Imperial”, pero bueno, nos reímos un rato haciendo fotos chorras, desde ahí hay una buena panorámica del parque con los edificios altos al fondo.
Cristina ya se tenía que ir a recoger a los niños, tiramos todos para la Estación de Tokyo así ya aprovechamos para verla, nos despedimos y quisimos buscar un sitio para comer algo, lo que pasa es que no encontramos nada interesante en los alrededores, como nuestra siguiente visita iba a ser Akihabara, cogimos ya el metro de la línea Yamamote y llegamos rápido a Akihabara. Finalmente nos compramos unas pastas en un “Vie en France” y bebida en una de las miles de máquinas de bebidas.
Entramos en el Yodabashi y nos separamos otra vez ya que cada uno quería hacer sus compras. Yo es que no entiendo mucho del tema electrónico y tampoco compré mucho, unos auriculares, un pen drive y un juguete de la Kitty para mi sobrina de 3 años. Nos reunimos ya más tarde con nuestros amigos, Pilar se compró un teléfono móvil Sony Xperia, le salió bien de precio y con el menú en español. Nos volvimos a separar ya que ellos querían ir a cenar a un restaurante que llevaban recomendado en Ginza y nosotros queríamos aprovechar para subir a la torre del Ayuntamiento.
Primero seguimos paseando por la calle principal de Akihabara porque ya era de noche y era una pasada la cantidad de neones que hay, fuimos entrando en algún sitio de recreativos para ver el ambiente, que viciados están los japoneses a las máquinas esas de sacar un muñeco con unas pinzas, las hay a miles!!
Ya cansados cogimos el metro hasta Shinjuku. Si en Akihabara ya flipamos con la cantidad de luces que hay, en Shinjuku ya es el sumum!!! Fuimos a por la Torre del Ayuntamiento, está más o menos bien indicado, pero hasta llegar tela de pasadizos, escaleras para arriba y para abajo, llegamos finalmente a la entrada y subimos en el ascensor. Está chula la vista, Tokyo a nuestros pies!
Hicimos fotos desde todas las ventanas, compramos un souvenir y ya bajamos para visitar el barrio.
Estuvimos un buen rato perdiéndonos por esas calles, viendo el ambiente y ya con hambre pensamos en buscar la calle de los Yakitoris para cenar algo, pero no iba a ser tan fácil! Vueltas y vueltas hasta que dimos por casualidad con la calle, nos gustó mucho, sobretodo el contraste del barrio súper moderno de Shinjuku y estas dos callecitas estrechitas y propias del Japón antiguo, una pasada. Elegimos el restaurante que nos apeteció y cenamos la mar de tranquilos un surtido de yakitoris, unas gyozas y un par de cervezas, todo por 3.300Y. Totalmente recomendable cenar por aquí.
Luego volvimos a la estación de tren, cogimos la línea Yamamote y en 5 minutos estábamos en Ikebukuro.