Nos hemos levantado sin despertador, desayunado tranquilamente. El descanso de la noche y lo calentito del hotel ha sido como un bálsamo para mi resfriado. Nos vamos a las calles de Santiago a aprovechar las horas que nos quedan en esta ciudad, y en este país.
Nuestro primer recorrido es el mismo que hicimos el día que estuvimos en la ciudad. En Metro hasta Plaza de Armas. No la pudimos ver entonces porque estaba tapada por reformas. Ya han finalizado estas reformas. Pero dice la gente que no ven grandes cambios, parece que han sido mejoras en las luces, seguridad, pavimento, instalación de wifi. Esta plaza es el centro histórico de Santiago desde su fundación en 1541. En el centro hay una fuente en honor de Simón Bolivar y por toda la plaza se extiende la sombra de más de cien palmeras chilenas. En un lateral de la plaza han instalado un árbol de navidad bastante curioso. Ha sido formado por casi 1400 muñecos distintos, decorados por niños y niñas de Santiago.
El Museo Chileno de Arte Precolombino se encuentra cerca, en la calle Bandera, 361. El precio de la entrada es de 3.500 pesos. Las piezas de la colección están agrupadas por zonas, Mesoamérica, Caribe, Amazonas, Chile ….La colección de alfarería de las principales culturas precolombinas son su mejor logro. Destacan algunas vasijas antropomórficas, la estela de piedra maya, gran muestra de textiles andinos. Es interesante esta visita y no lleva más de 1 hora.
Callejeamos por todas estas calles peatonales cercanas a la Plaza de Armas, algunas las reconocemos de la anterior visita, hacemos algunas compras y participamos de este ir y venir de la gente en una mañana de sábado con sol y buen clima.
El Cerro San Cristóbal forma parte del Parque Metropolitano, el espacio verde más grande de Santiago y el parque urbano más grande de Chile. Se encuentra entre Bellavista y Providencia.
Recorremos otra vez la Calle Pío Nono hasta el final de la misma dónde se encuentra la entrada al funicular para subir a la cumbre del Cerro San Cristóbal. Hoy si está abierto y funcionando y con grandes colas para subirse que no se demoran demasiado. Como es fin de semana el ticket de subida y bajada hasta arriba del todo cuesta 2.600 pesos.
Fue construido en 1925 y declarado Monumento Nacional
Se entra por lo que llaman la estación Pio Nono. Representa un pequeño castillo de dos torres, construido imitando un estilo medieval.
Hasta la cima del cerro se suben unos 500 metros sobre una pendiente de 45 grados. Hay dos carros, uno que sube y otro que baja, que se cruzan en la estación intermedia desde la que se puede visitar el zoológico.
El recorrido finaliza en la estación Cumbre que da acceso a amplias terrazas con las mejores vistas de todo Santiago. Desde estas terrazas se puede subir hasta dónde se encuentra una estatua blanca de 14 metros de la Virgen Inmaculada Concepción, colocada en 1908, la cual se ve desde toda la capital. A sus pies hay una serie de bancos que pertenecen a la iglesia al aire libre donde el Papa Juan Pablo II celebró una misa en 1984.
Hay mucho ambiente festivo por todas las terrazas y algunas congregaciones religiosas entonando sus cantos.
Cuando bajamos de la cumbre es casi la hora de comer y por no complicarnos la vida nos fuimos otra vez a casa Galindo. Sigue con la misma demanda. Cuando salimos había una pequeña cola de gente esperando alguna mesa vacía.
Caminamos tranquilamente hasta el hotel en dónde nos recogían para llevarnos hasta el aeropuerto. En el hotel nos han guardado las maletas desde la mañana. El hotel y la atención recibida nos han encantado. Nos vamos con la última imagen de una poesía de Neruda que tienen colgada en una pared.
Decimos adiós a este país con cierta pena, pero son etapas que se van cerrando. El viaje comenzó con mal pie pero afortunadamente después de los primeros imprevistos todo fue desarrollándose muy bien. También nos alegramos de volver a nuestra casa, ver a la familia y comenzar a preparar la Navidad que está muy cercana.