Me levanto sobre las 8:00h de la mañana,me ducho y bajo a desayunar un descafeinado y una tostada de pan con tumaca,que bien me sentó y ya me dirijo al próximo destino,Benicassim.
La primera visita es al P.N del desierto de las palmas.No es nada del otro mundo,lo que más me gustó son las vistas espectaculares hacia la bahía y la ciudad de Benicassim,el resto es para andar,relajarse y para los ciclistas,que por cierto había bastante.Cuidado si decidís pasar por allí,porque la carretera está llena de curvas con poca visibilidad y en cualquier momento os comeís un ciclista.Yo iba a menos de 50km y disfrutando de las vistas y de vez en cuando parando a fotografiar el paisaje y porqué no decirlo,a sembrar un pino...








Continué por la carretera hasta un rellano que hay una cruz de hierro gigante y unas ruinas que parecen ser de alguna iglesia que siglos atrás hubiera allí,no lo sé exacto porque no ví ningún indicativo de nada que lo explicara.Mes de enero y fijaros como están los árboles de flores,la primavera viene pisando fuerte.



Me pongo de nuevo en ruta hacía la ciudad a ver que veo por ahí,no es una ciudad con muchas cosas para ver,más bien diría que nada para ver,le quitas la playa y se queda en el olvido,aún así,bajohasta la playa para hacer algunas fotos y poco más,aprovechando que estoy a 18 grados,día precioso.






Por el paseo marítimo hay algo más de ambiente,pero poca cosa.A mi paso me encuentro con la Torre de San Vicente del siglo XVI.


