El alojamiento lo reservé con Airbnb. En Siracusa tuvimos un chalet grande, con dos baños, bien amueblado, limpio y wifi, donde pasamos 3 noches y pagamos 288€.
Las visitas previstas en todo el viaje, excepto cuatro o cinco lugares imprescindibles, habíamos decidido elegirlas sobre la marcha.
Sicilia es la principal isla italiana, su región más extensa y la mayor del mar Mediterráneo. La rodean otras islas más pequeñas como las Islas Eolias.
Estuvo habitada desde la Prehistoria y se han encontrado restos del Paleolítico y del Neolítico. Posteriormente pasaron por ella fenicios, griegos (fundaron Siracusa), cartagineses, romanos, vándalos, bizantinos, sarracenos, normandos, etc., que fueron dejando, salpicada por toda la isla, restos de su cultura.
La pequeña isla de Ortigia está unida a Siracusa por tres puentes.
Pero nuestro primer día de visitas lo dedicamos a Noto, Módica y Ragusa.
NOTO: se la conoce como la joya del barroco siciliano y es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1996.
La original Noto Antica fue totalmente destruida por el terremoto de 1693 y reconstruida en la pendiente de una colina a 12 kilómetros de distancia. Recorrerla supone subir y bajar cuestas intercalando calles paralelas, al tiempo que se disfruta de palacios, iglesias y edificios barrocos.
La entrada no la hicimos por la Puerta Real, si no por la parte superior. Al poco de iniciar la bajada buscando un parking, encontramos un pequeño aparcamiento gratuito y allí dejamos el vehículo, con tan buena suerte que, tras bajar unas cuantas escaleras, llegamos a la catedral de San Nicolo.
Es de estilo barroco siciliano y ha tenido que ser reconstruida en tres ocasiones, dos de ellas por desastres naturales (terremotos) y la última al sustituir el techo de madera por un forjado de hormigón demasiado pesado, que se vino abajo arrastrando parte de la nave central y capillas laterales.
Catedral de San Nicolo - Noto
La puerta principal es de bronce y en sus dos hojas labradas están representadas escenas de la vida de San Conrado de Piacenza, patrón de Noto.
La mayoría de los monumentos más representativos están situados entre Corso Vittorio Emanuele y su paralela Vía Benso di Cavour, junto a las cinco o seis perpendiculares (y en cuesta) a la izquierda de la catedral.
Iglesias como la de San Francisco, San Carlos, San Doménico y Santa Chiara.
Palacios como el de Trigona de Cannicarao con su fachada de nueve balcones y el escudo en una de sus esquinas, el de Nicolaci di Villadorata con las ménsulas de los balcones representando demonios, ángeles, hipogrifos, caballos, quimeras, sirenas y caballos, el de Ducezio sede del Ayuntamiento.
Teatros como el de Vittorio Emanuele, fuentes como la de Hércules, calles como la de Corrado Nicolaci que cada tercer domingo de mayo se cubre de flores formando bellos dibujos para celebrar la Infiorata.
Infiorata - Noto
Todo esto puede verse en el perímetro de esas calles.
A media mañana salimos de Noto camino de MODICA. Ésta, junto con Caltagirone, Militello, Catania, Palazzolo, Ragusa y Scicli, forman el Val di Noto.
También situada en los montes Ibleos, Módica Alta tiene sus casas agarradas a la ladera casi, casi literalmente. Algunas están excavadas en la roca.
Duomo San Pietro - Módica
Módica Baja está atravesada por la Avda. Umberto I, y su casco histórico se extiende a ambos lados de la misma.
No le dedicamos mucho tiempo porque llegamos a la hora de almorzar, nos recibió un cielo gris que amenazaba lluvia (cayeron unas cuantas gotas), las iglesias estaban cerradas, y el simple hecho de caminar por sus callejas era suficiente para disfrutar de todo el barroco que te rodeaba.
Tras el almuerzo y un rico macchiato, emprendimos rumbo a Ragusa.
RAGUSA: es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, al formar parte de las ciudades de Val di Noto.
Ragusa Ibla desde Maria delle Scale
Ragusa tiene dos partes diferentes separadas por los valles Cava San Leonardo y Cava Santa Domenica, que son cruzados por cuatro puentes.
Tanto en Ragusa Ibla (la mas antigua que sufrió un terremoto en 1693) como en la Nueva Ragusa o Ragusa Superior, las edificaciones trepan colina arriba, dejando al visitante sin aliento.
Palacio Zacco - Ragusa
Aparcamos en la parte baja de la Nueva Ragusa y empezamos la subida para ver lo que nos diera tiempo, ya que no nos quedaban muchas horas de luz. Así que, entre cuestas, escaleras, falta de aliento, paradas para recuperarlo y hacer fotos, llegamos a la Catedral de San Giovanni Battista y como era Iglesia Jubilar, hicimos la entrada por la Puerta de la Misericordia.
Su interior lo formas tres naves en cruz latina, y lo adornan preciosos y elaborados estucos.
Catedral San Giovanni Batista
Si se va con tiempo y se quiere ver las dos Ragusas, hay un bus público que va de un extremo al otro, facilitando el tiempo y las cuestas del recorrido.
www.comune.ragusa.gov.it/ ...io2016.pdf
Tras las fotos pertinentes, iniciamos la bajada y el regreso a Siracusa. Antes de coger la autopista nos cayó una tromba de agua considerable. Una vez en ella, volvieron a abrirse los cielos y durante media hora fue tal la cantidad y fuerza de la tormenta que tuvimos que parar en plena autopista porque no se veía nada. No fuimos los únicos.
Cuando llegamos a nuestro alojamiento aun continuaba el diluvio, con tal fuerza que nos impedía salir del coche. Además la calle era un río por la que bajaba agua con una altura que tapaba el neumático de los coches. Dejó de llover y desapareció hasta la última gota.