En esta etapa no hay mucho que contar, salvo que casi me da un perrenque en mi llegada a Malta, que ahora que lo pienso, no es poco.
Pero bueno, voy a comenzar por el principio.
Salimos de León hacia Madrid sobre las 9:30 de la mañana.
Teníamos reservado el parking general P2. ¡Ojo! No es el primer parking que te encuentras cuando llegas a la terminal, ese es el parking preferente. Hay que seguir y ya se ven las indicaciones.
Llegamos con tiempo más que suficiente y facturamos. ¡Cuánta gente!
Nos dimos una vuelta por la zona de embarque hasta que pusieron nuestra puerta y allá que nos fuimos.
Embarcamos, ocupamos nuestros asientos en la salida de emergencia y... ¡Genial!
Al menos teníamos wifi en el avión. Así que estuvimos bastante entretenidos entre eso y la discoteca móvil que llevábamos detrás.
Ya divisábamos Malta desde el aire, por lo que nos preparamos para el aterrizaje.
En mi vida he vivido un aterrizaje tan malo
Bajamos del avión sanos y salvos, y ahora llega uno de los momentos de máxima tensión de los viajes: la recogida del equipaje en la cinta. Las nuestras salieron. ¡Bien! Pero no así las de otros viajeros que luego nos enteraríamos que estuvieron recorriendo media Europa.
Salimos al hall donde nos estaba esperando nuestro “piloto” particular que previamente habíamos contratado y pagado por internet en www.suntransfers.com/.
Nos cobraron 17€ desde el aeropuerto al hotel, en la zona de Mellieha.
Nos dirigimos al coche, nos colocamos y empezó la verdadera aventura de la jornada. Si el aterrizaje fue de alto riesgo, esto ya...
Alonso, Hamilton y compañía son unos aficionados al lado de nuestro conductor.
No existían los límites de velocidad, ni las líneas continuas, adelantamientos por la derecha, por la izquierda (en una carretera de un solo carril en cada dirección),...
Por lo que pudimos observar no todos los malteses conducen así, pero sí lo hace un número algo más elevado de lo que a mi me gustaría.
Pero bueno, seguimos, ya quedaba poco, unos 10minutos, para llegar a nuestro hotel cuando de repente el coche se para.
Nos lo tomamos a risa porque bueno, nos empezó a contar que había recogido el coche del mecánico esa mañana y no sé que mas. Qué no sabía qué le pasaba al coche.
¡Pero qué le va a pasar! Que le has metido un calentón al motor de tres pares.
Llamó a otra persona que viniera a recogernos y mientras estuvo intentando arrancar el coche. De repente arrancó y nos fuimos de nuevo a todo lo que daba el coche hasta que llegamos al hotel.
A mi me temblaban hasta las pestañas mientras hacíamos el check-in
Nos instalamos y bajamos a cenar y a dar una vuelta por el hotel. Luego nos tomamos unos mojitos a ver si se nos pasaba el subidón de adrenalina que teníamos encima y nos fuimos a dormir.
Mañana comenzaba nuestra ruta por la bonita Malta.