Nos despertamos nuestra primera mañana en Malta y vimos que estaba nublado

Hoy teníamos la ruta un poco en el aire porque al ser domingo prácticamente estaba todo cerrado. A esto había que sumarle que era Domingo de Ramos por lo que era un día más festivo todavía en la isla.
Nos preparamos y bajamos a desayunar. Después nos compramos la tarjeta de transporte en el propio hotel. Como os comenté en la etapa de la información útil, hay dos tipos de tarjeta que como turistas nos pueden servir en nuestro viaje si no alquilamos coche.
Cruzamos la carretera para coger el bus que nos subiera hasta el pueblo de Mellieha. Supongo que lo sabéis, pero no está de más recordarlo. Hay que tener en cuenta que se conduce al contrario que en España así que aseguraos bien de la parada y la dirección en la que necesitáis ir.
¡¡¡Acordaos además de que hay que pedir a los buses que paren!!!

Cogimos el bus 42 y en unos minutos llegamos al pueblo.
Nuestra primera parada fue el patio del Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, en ese momento no pudimos entrar a la capilla que hay porque estaban oficiando una misa, así que estuvimos contemplando las vistas desde el mirador y después subimos hasta la Iglesia Parroquial, donde estaban en misa también. Encima había hasta cámaras de televisión retransmitiéndola.

Para subir a la iglesia, ascendimos por unas escaleras que pasan por delante de un refugio de la Segunda Guerra Mundial, que cómo no, estaba cerrado al ser domingo.
Decidimos entonces recorrer un poco el pueblo. Llegamos hasta el cementerio (situado justo detrás de la iglesia). Puede parecer un tanto raro, pero me llaman mucho la atención porque creo que dicen mucho de la cultura de un lugar y de sus costumbres.
Nos dirigimos en la dirección opuesta y seguimos callejeando. Ya entonces empezamos a contemplar las típicas construcciones maltesas que tanto encanto tienen. Los colores de los balcones son muy llamativos, aunque al día siguiente nos asombrarían mucho más los de La Valletta.
Volvimos sobre nuestros pasos y entramos de nuevo a la iglesia. No había terminado la misa, pero decidimos quedarnos de todas formas.
Hablaban en maltés y tengo que decir que no les entendíamos nada


Cuando fue saliendo la gente, estuvimos viendo los pasos de Semana Santa que tenían colocados en el pasillo. Cierto es que no son como muchos de los que podemos tener aquí, pero están muy cuidados. Recorrimos el interior de la iglesia y decidimos probar suerte de nuevo en la capilla del Santuario.
Todavía no habían terminado de oficiar la misa, pero entramos de todas formas. Aquí no está permitido hacer fotos. Su interior no es de los más espectaculares que he visto, pero bien merece una visita.
Salimos a los pocos minutos y como era un poco pronto para ir al hotel a comer, nos decidimos por ir hasta Mosta. Sabíamos que los domingos la espectacular Mosta Rotunda está cerrada, pero como era festivo a lo mejor teníamos suerte.
El bus nos dejó en un lateral de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida como la Rotonda de Mosta.
Cuando la miras de frente es impresionante



Estaba abierta, pero por el oficio de una misa, así que nos quedamos en la puerta sin hacer ni una foto.
Nos fuimos a tomar una cerveza

En cuanto terminó, cerraron la puerta

Vimos entonces, en un lateral de la plaza, la entrada a una especie de refugio. Cobran la voluntad que son 10cts. No tiene nada especial. Lo único es que cuando te diriges a la salida hay muchas fotos del la iglesia original cuando fue destruida.
Emprendimos de nuevo el camino al hotel para comer. Cuando llegamos el día estaba mucho más despejado así que nos quedamos descansando en la piscina y paseando por la playa frente al hotel.
Cenamos en el buffet y después tomamos algo mientras preparábamos nuestra ruta para el día siguiente.