Partimos de Almanaskard. Básicamente es un mirador/apartadero de una carretera de grava alternativa al túnel de la carretera 1. Está a la altura de Stokksness.
Vamos a ir recorriendo toda la carretera 1, que la tendremos entre montañas espectaculares y el mar. Un paisaje que invitará a pararse cada cierto tiempo para fotografiar las playas y las montañas.
Al poco tiempo nos encontramos una curiosa silla enorme roja en mitad de un prado. Ovejas, gaviotas…
Encontraremos formaciones rocosas junto al mar, donde anidan muchas aves, que merecen la pena pararse.
Siempre iremos en dirección Djúpivogur. Antes de este pueblo tenemos uno de los hotpot típicos islandeses, merece mucho la pena pararse, pero es muy fácil pasarse. No está indicado, pero veremos algún coche parado al lado del agujero.
Ya en el pueblo podremos repostar, comprar (tiene un supermercado, no Bonus, pero con una colección de Skyr de sabores impresionante), comer, etc. Hay varios “atractivos” turísticos, aunque a mí casi que no me parecieron muy allá.
Está el EGGIN Í GLEÐIVÍK, básicamente son una serie de estatuas en forma de huevo al lado del puerto. Por cierto, casi que me gustó más el faro que hay en el puerto al lado de los huevos.
También veréis una “tienda” esotérica, con unos huesos de ballena y cosas rarísimas. El pueblo tiene alguna zona con casitas típicas islandesas. En lo alto de una montañita, al lado de unas antenas, había una zona para comer con muy buenas vistas (y bastante viento), así que allí aprovechamos para comer.
Continuamos por el fiordo, en breve la carretera 1 pasa a ser de grava, increíble.
Encontramos a los pocos kilómetros, en este mismo fiordo, una cascada muy bonita que no te aparece en las guías. Sveinsstekksfoss
Tiene dos accesos, ve a los dos. El primero es para verla desde abajo, es un poco incómodo llegar por las grandes piedras sobre las que tendrás que ir pasando. Y tiene otro acceso algo más fácil para andar, es al otro lado del río, hay que subir un poco con el coche, dirección al camping.
Antes de llegar a Breiðdalsvík, encontramos un cartel que anuncia “Cafe”. Paramos. Era una granja/café/guesthouse/salón. Probablemente el mejor café que tomamos en toda Islandia. Havari café. Buenísimo.
www.havari.is/
Continuamos dirección Breiðdalsvík. Es un pueblo sin mayor interés, pero ahí, bordeándolo, la carretera se divide en 2, a la izquierda, hacia tierra, la carretera 1, que nosotros no seguimos, decidimos que queremos más fiordos, así que continuamos dirección Stöðvarfjörður por la carretera 96.
Antes de llegar a este pueblo, en la cola del pequeño fiordo en el que está, hay una casita con hierba en el tejado espectacular.
En Fáskrúðsfjörður, continuaremos por la 96, en lugar de tomar la 955, que nos recorrería todo el fiordo. Justo antes del túnel de la 96, hay un restroom. Párate. El paisaje aquí es espectacular, las montañas, el circo del glaciar, las cascadas, los campos, las granjas…
Una vez sales del túnel, se nota que hemos subido, hay algo de nieve, muchísimas cascadas que bajan agua para los ríos.
Llegaremos a la carretera 92. Hacia la derecha nos recorreríamos el Reyðarfjörður. No entramos ya que no tiene salida, habría que volver por nuestros pasos y, aunque hay alguna cascada interesante, preferimos continuar.
Así que ahora tomamos la 92. En principio íbamos a continuar hasta la 953 para ir a ver otro fiordo y la cascada KLIFBREKKUFOSSAR. Entramos en la 953, carretera de grava en mal estado. Quedan 16 km para la cascada, nos volvemos.
Ahora continuaremos hacia EGILSSTAÐIR. Este pueblo es un cruce de caminos. Cuando llegamos a él tomamos la carretera 93 para ir a SEYDISFJORDUR, probablemente uno de los pueblos más bonitos de Islandia.
Esta carretera 93 será de ida y vuelta, ya que de SEYDISFJORDUR no se puede salir excepto por el mismo sitio, pero merece la pena. Es un puerto de montaña que tendremos que subir y luego bajar para llegar al pueblo. Cuando estamos subiendo tendremos acceso a una cascada FARDAGAFOSS. A mano derecha, según subes, te vas a encontrar un caminito para acceder a ella. No se ve desde la carretera.
Tras subir el puerto, arriba tienes una laguna artificial muy bonita. Cuando comienzas a bajar el puerto comienza el espectáculo. Hay múltiples cascadas y muy bonitas, te pararás continuamente. Muchas ovejas. Vistas espectaculares.
Cuando llegues al pueblo, lo primero que te atraerá es la iglesia azul. Cuando fuimos había un concierto de pop cristiano (bueno, estaban ensayando, era en 30 minutos), así que pudimos verla por dentro.
Espectacular el caminito arcoiris hacia la iglesia.
Coge el coche y ve a un lado y a otro del fiordo, recorre el pueblo. Verás granjas, casitas antiguas, fábricas de pescado (menudo olor), cascadas, y hasta una cabina telefónica en mitad del campo.
Volvemos hacia EGILSSTAÐIR. Y desde allí tomamos la 931 hacia HENGIFOSS.
Esta zona tiene el mayor bosque de Islandia. En el aparcamiento de la Hengifoss haremos noche. A la mañana siguiente, mientras colocábamos la camper, llegó una muchacha y nos dijo (muy cabreada) que allí no se podía hacer noche. Fue nuestra primera experiencia con “la mujer que te obliga a ir a los campings”.