Finalmente llegó el día y salimos. El viaje fue largo, con 14h de vuelo entre Londres y Taipei. La verdad es que China Airlines es una buena compañía y fue un viaje muy cómodo a pesar de las horas.
Llegamos a Taipei a las 19.30 y el hotel se encontraba cerca del mercado Tonghua/Linjiang Night Market, que nos había recomendado un conocido taiwanés. El tren del aeropuerto es rapidísimo, barato y muy cómodo. Al llegar al hotel, era hora de cenar y necesitábamos andar y así que nos fuimos hacia el mercado. La verdad es que nos pareció muy interesante, aunque casi no sabíamos qué ingredientes era nada. Nos sorprendió en esa zona, y en todo Taipei, la cantidad de máquinas de juego y sitios de masajes que había. No habíamos cambiado casi dinero a dólar taiwanés y no encontramos ningún sitio para poder cambiar más, y pocos sitios aceptaban el pago con tarjeta.

Después de pasear un buen rato, nos fuimos a dormir y ahí ya nos pilló un poco el jet lag. A la mañana siguiente fuimos a desayunar un egg roll taiwanés, fuimos a ver la librería que abre 24/7 (Eslite) y ya nos fuimos al aeropuerto.
Poco después por fin cogíamos el avión que nos llevaba a Palau! Una vez aterrizamos, fue muy fácil, lo único que hay que llevar sí o sí para pasar el control de la aduana en Palau es una copia del billete de vuelta y la dirección de un hotel.
Al salir, el conductor del hostal Miss Pinetree ya nos estaba esperando.