Nuestra estancia en Peleliu fue perfecta. El hotel, Dolphin Bay, fue casi como un flechazo. Eran 7 bungalows casi a pie de mar, y éramos los únicos huéspedes del hotel. Mayumi, la dueña, es encantadora y se desvivió para que todo estuviera perfecto. El bungalow era precioso, y muy limpio y espacioso. Y al entrar desayuno, comida y cena, básicamente es tener un cocinero para ti. Ellos te hacen lo que quieren, pero te preguntan si no comes algo específico o si tienes alergia. La comida fue espectacular, a base de arroz blanco, pescado, tipo asiático un poco, y todo casero.
Además tienen bicis y kayaks para los clientes. Nosotros los kayaks no los pudimos usar porque esos dos días había marea baja y casi no pudimos ni usar la playa del hotel. Pero las bicis fueron la mejor manera de recorrer la isla, con el mapa que te dan. Es pequeña y totalmente manejable. La verdad es que fue genial, salir en la mañana después de desayunar, volver para comer, y después de descansar un poco en las hamacas, volver a salir con las bicis a explorar más.
Para estar en Peleliu hay que tener también un permiso que cuesta 30$ por 10 días, el nuestro iba incluido en el precio del hotel.
Peleliu es donde Japón y Estados Unidos lucharon más en el Pacífico en la segunda guerra mundial, y donde Estados Unidos ganó y colonizó Palau hasta que se hicieron independientes en el 94. La isla tiene un encanto brutal:





