Gastos
Ya lo he comentado alguna vez a lo largo del diario: Alaska no es un destino barato. El alquiler de caravana (o los hoteles), la comida, y sobre todo las actividades son caras, y la combinación de todo ello al final encarece el viaje bastante. Los gastos finales, para dos personas, fueron:
Caravana: $3350 - $157 que nos devolvieron al final = $3193
Crucero: $1766
Campings: $326
Comida: $531
Gasolina y propano: $684 (1969 millas, 10 millas/galón o lo que es lo mismo 23.3 L/100km)
Transporte: $119 (taxis y buses)
Actividades y entradas: $3318
Otros: $179 (SIM, propinas, lavanderías y parking)
Gastos en Vancouver: 395€ (AirBnB, comida, alquiler de bici, transporte, etc).
Visados: 32€ (ESTA y su equivalente canadiense)
No quiero ni sumarlo… Y ahí no están incluidos los vuelos ni el seguro de viaje, que se compraron en NZD. En algunas cosas se puede recortar algo: actividades, campings… pero en general es un destino caro lo cojas por donde lo cojas.
Consejos
Creo que acertamos con la
época del año. Junio, como ya os dije en la introducción, tiene muchas ventajas, pero también tiene ciertos problemas con los que nos encontramos (nieve y frío en algunos sitios, y algún que otro lugar todavía cerrado). Creo que de mediados de junio a mediados de julio, para pillar algo de calor, es la mejor época para ir, pero creo que el otoño (a partir de mediado-finales de agosto) puede ser también muy buena opción.
Creo que también acertamos dejando el
crucero para el final del viaje. Después de más de dos semanas con la casa a cuestas, es una gozada no tener que preocuparse más de hacer la cama, cocinar y limpiar. Además, es un crucero muy relajado, lleno de jubiletas, y aunque habrá a quien le suene aburrido, a nosotros nos vino genial para descansar de la paliza que llevábamos encima. Lo de elegir un lado del barco u otro no lo veo tan importante como muchos se piensan, sobre todo si no tienes balcón, porque al final vas a estar fuera en los sitios más señalados y vas a poder ir cambiando de sitio. Y lo de pagar por el balcón, pues hay gente a quien le parece imprescindible, pero nosotros preferimos gasta ese dinero en actividades y tener una habitación normalita.
Merece la pena comprar una
SIM nada más llegar, no solo por la conexión de datos sino también para tener un número de contacto local que poder dar en las excursiones, y para poder hacer llamadas (que las haréis). La cobertura no es infalible pero es bastante aceptable teniendo en cuenta dónde estás. AT&T tiene buenos paquetes y te envían la SIM gratis (al primer hotel donde vayáis, por ejemplo), luego simplemente la recargas y eliges el plan para ese mes. Los datos se pueden usar también en el crucero (cuando hay cobertura) y en Canadá.
Los
tours son muy caros pero en todos hemos tenido buenísimas experiencias. Los guías se esfuerzan mucho y la calidad es siempre muy alta, y si planificáis el viaje con mucho tiempo podéis ahorrar algo de pasta con los tours si los reserváis con mucha antelación, ya que en muchos sitios os harán el precio de la temporada anterior. El Toursaver es también una buena opción para ahorrar, pero hay que asegurarse de que las excursiones que uno quiere hacer están incluidas. Otra opción del mismo estilo es Northern Lights, otro sistema de cupones de descuento. Cada uno ofrece unas atracciones distintas, así que es cuestión de ver cuál se ajusta más a lo que uno quiere hacer. Sobre la excursión para ver osos, y si merece lo que cuesta o no, es una pregunta difícil. Nosotros tuvimos mucha suerte en Denali y vimos varios osos, desde muy cerca, pero la experiencia de verlos desde dentro de un bus no es comparable a verlos frente a frente, a escasos pasos de ti. A nosotros nos compensó pagar la excursión, pero puedo entender a quien crea que no le compensa.
Si vais a visitar
Denali y queréis hacer algo de hiking, la mejor opción con diferencia es dormir en Teklanika: los buses os saldrán más baratos y os ahorraréis también una hora a la ida y otra a la vuelta en todas las excursiones, pero hay que reservar con tiempo y tiene una estancia mínima de 3 noches. No dejéis de hacer un disco hike (muy recomendable!), y de coger el bus hasta Wonder Lake. También conviene planear un poco los hikes que se quieran hacer para aprovechar bien el tiempo en Denali.
Y hablando de
hikes, Alaska es un sitio increíble para echar a andar y disfrutar de los paisajes. Hay oportunidades para ello en cualquier sitio, pero eso sí, siempre preparados con la ropa adecuada (siempre preparados para lluvia) y teniendo mucho cuidado con los osos. Hay a quien le gusta lleva bear spray, pero hay que saber usarlo para no echárselo uno en los ojos (y con un oso enfadado delante…), y nosotros decidimos que hubiera sido peor el remedio que la enfermedad. Sentido común, cuidado y hacer mucho ruido (hay quien cree que las campanas colgadas de la mochila funcionan, hay quien dice que no), con eso basta.
Las
apps que llevábamos y que nos resultaron súper útiles fueron
The Hiking Project (para información y mapas de los hikes),
MintTwallet (para llevar control de los gastos),
Toursaver (se puede comprar en papel pero la app es más barata y funciona perfectamente),
Spotify (nuestra caravana tenía bluetooth en la radio, y si sois premium, agradeceréis la música offline para esos días interminables de conducción),
Maps.me (muy buen complemento a google maps),
Revolut (imprescindible si llevas esta tarjeta, funciona francamente bien),
Windy (para mí, la mejor app meteorológica de lejos, y con un altísimo porcentaje de acierto!).
Para
planificar el viaje, además de los foros y diarios de losviajeros (aunque es verdad que hay poquitos de Alaska!), la web de Alaska.org tiene muchísima información, y merece la pena dedicarle un buen rato. De guías, la de Lonely Planet no está mal pero a mí me gusta más la
Moon.
Conclusiones
La experiencia del viaje por Alaska es irrepetible, pero hay que pagarla. Pagas por la exclusividad de un destino que todavía no está masificado, en el que puedes ver animales salvajes en libertad que no se ven en muchos sitios, y glaciares que posiblemente en unos pocos años ya no estarán allí (o no serán iguales), y donde puedes conducir durante horas y horas por paisajes majestuosos sin cruzarte con nadie. Pagas por unas actividades que sólo se pueden hacer durante unas pocas semanas al año. Pagas por una comida que es prácticamente toda importada.
¿Merece la pena? Si eres un apasionado de la naturaleza, de hacer hiking por sitios increíbles, de los animales, de la aventura, de la fotografía… sí. Pero es que si no lo eres seguramente no te plantees este viaje. El día que salíamos de Anchorage, mis reflexiones iban por otro sitio. Pensaba que sí, que había estado bien, pero que quizás no compensaba. Ya habíamos visto osos y ballenas en otros viajes, ya habíamos viajado en una caravana, ya habíamos caminado por un glaciar, ya habíamos hecho un crucero, ya habíamos montado en avioneta… y ese día pensaba que quizás si este es tu primer viaje y no has experimentado todas esas cosas antes debe resultar mucho más fácil justificar el desembolso. Pero ahora, con tiempo y perspectiva, si os digo la verdad ya se me ha olvidado el dinero, y me quedo con los buenos recuerdos, los paisajes maravillosos, la naturaleza, la sensación de aislamiento y soledad, la “salvajura” por todas partes… y os digo que sí, que a nosotros nos ha gustado mucho el viaje y que sin duda es un sitio impactante que merece la pena una visita. Y os digo más: me encantaría volver (en otoño), y eso no es algo que diga de muchos destinos. Así que… hasta la próxima, Alaska!