Hoy miércoles 24, día de San Juan, son nuestras bodas de plata. Así que vamos ha pasarlo lo mejor posible. La verdad es que es un día agridulce, nos falta gente muy importante en nuestras vidas, y es que se han ido en muy pocos meses, el último este mismo mes de Junio, pero la vida sigue, aunque cueste y duela. Me dejo de sentimentalismo y sigo con nuestra escapadita
Hoy decidimos subir a Bulnes, en el funicular. La vez anterior subimos cuando los chavales eran pequeños, y poco bien que nos lo pasamos..

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Llegamos a Bulnes, en 8 minutos exactos, es otro de los pueblos en los que el tiempo se ha parado. Como hace buen día, vamos al barrio de arriba(no me acuerdo el nombre) es un paseo muy chulo. Para pena de mi marido, yo no se andar en el monte y me canso enseguida, así que yo llegué con la lengua fuera, y el como si nada

. Las vistas siguen siendo espectaculares. Hay un bar con un mirador precioso, y no sabemos como pero para cuando nos quisimos dar cuenta, llevabamos más de una hora y media sin movernos de la terraza-mirador. Regresamos a Bulnes, a tiempo de coger el funicular que baja.
Hasta la siguiente Bulnes, no cambies....
Ya hemos decidido que comeremos en Cangas de Onís. Después de la comida nos vamos paseando hasta el puente Romano, que nos parece una preciosidad. Es la tercera vez que lo vemos, y creo que siempre me llevo la misma foto
Lo cierto es que en Cangas, no estamos demasiado tiempo, porque hace un calor de mil demonios. Así que nos volvemos a Ribadesella. Después de una ducha y un descansito, nos apetece volver a La Cuevona de Cuevas, una preciosidad. Cuando la atraviesas andando y no te encuentras con nadie, o enciendes la linterna o no ves nada de nada
Y como no nos hemos olvidado de nuestro aniversario, subimos al mismo sitio de ayer a cenar. Pero como me acuerdo mucho de nuestros hijos, que no han venido con nosotros, pongo la foto que sacamos cuando lo celebramos en casa
Mañana será otro día