Regreso a Cairo por Ismailia y fin de un agradable viaje.
Nuestra ruta de descubrimiento está finalizando, en esta última etapa os narro un poco sobre nuestra estancia en esta ciudad del Canal de Lesseps y de algunas cositas de nuestros últimos días en Egipto, en Cairo, en Luxor y en Aswan, pues los últimos 8 días los dedicamos a descansar, alguna excursión y un agradable crucero.
Ismailia es una ciudad relativamente joven, sin una historia faraónica detrás, sin grandes monumentos, discreta, bonita, fue lugar de residencia de ingenieros y arquitectos en la construcción del canal, y en sus casa i jardines se nota esa influencia foránea.
Ismailiyah (Ismailía), situada al lado del canal de Suez, a medio camino entre Suez y Port Said, a poca distancia de Cairo es un apacible lugar donde los cairotas se desplazan los fines de semana.
La ciudad de apenas 200 años de antigüedad lleva el nombre del que fue Virrey y Khedive Ismail Pasha. Es la sede actual de la autoridad del Canal de Suez.
Sus casas de estilo colonial, sus anchas calles y sus jardines, llaman la atención al viajero.
Su museo de arqueología es realmente una “perla” , sencillo, bien ordenado, con unos curators que se nota aman su tesoro.
Museo arqueológico de Ismailia
El viajero tendrá la sorpresa de un museo muy especial, ordenado cronológicamente, con mucho cuidado de lo que tienen, los curators son muy buena gente, sabios y aman lo que tienen entre estas poco visitadas paredes. Muchas gracias a sus atenciones.
El estar en la orilla del canal, le procura un micro clima muy agradable para los cairotas que se pueden permitir desplazarse el fin de semana a degustar su comida marinera, el mar rojo llena sus despensas. Muy buenos restaurantes acogen al visitante, aunque el no árabe, parece un poco “bicho raro” por estos lares.
Restaurante El Faro en Ismailia
Un buen referente, escoges el pescado que deseas, te lo cocinan, muy fresco, lo acompañan con arroces o ensaladas. Excelente precio (unos 4 euros pax), las gambas a la mantequilla son de premio, no disponen de alcohol, abren a la una al medio dia, debes de esperar, pero tienen una terraza con vistas la canal para esperar tomando un te.
Y ponemos fin a nuestro relato, ha sido genial, como siempre, conocer otros lugares, otros rincones de este país, llevamos 24 años viajando a Egipto, cada vez nos sorprende su gente, aparte estereotipos creados por el turismo abusivo, los egipcios o mejor dicho las diferentes gentes que forman su país, nos demuestran su inocencia, su hospitalidad, su generosidad, que decir de sus tierras, de su Sol, de sus mares, su desierto y su Nilo.
Quizá tardemos en regresar, o quizás lo hagamos de vez en cuando, pocos días, pues la edad ya no nos ayuda mucho, Egipto aunque está cambiando con la globalización, los intereses comerciales, el cambio climático, los avatares guerreros y políticos, con todo seguirá ahí, invencible, como el sobrenombre de su capital, es fácil adorar este rincón del mundo solo hay que abrir los ojos.
Gracias por leerme