Nos levantamos más tarde, desayunamos donde siempre y volvimos al hotel para dejar las maletas en consigna antes de las 12h.
Hoy solo íbamos a visitar Les Bassins des Lumières. Me fie de la App de TBM y me recomendaba ir en el bus nº 4. Podíamos ir directos desde la parada cerca de la pastelería hasta Bassins à Flot. Pero cuando llegamos, la entrada estaba en el otro lado de la base de submarinos y estaba cortado el acceso por detrás. Estuvimos un rato esperando el bus de vuelta pero no apareció, nos tocó andar 15 minutos a pleno sol.
El edificio que fue construido en el año 1940 por los alemanes estaban los diques secos donde reparaban los submarinos durante la segunda guerra mundial. Hay un monolito recordando que fue construido por los españoles huidos de la guerra civil, que fueron usados como esclavos por los alemanes.
Las dimensiones son descomunales y leyendo que fue duramente bombardeado con bombas de 900 kg durante el final de la Guerra y que siguió funcionando, impresiona.
Actualmente merece mucho la pena visitarlo porque tiene lugar un espectáculo de proyecciones de cuadros en sus paredes acompañado de música.
Con un pequeño corto dedicado a Sorolla, no se pude pedir más. Totalmente recomendable. Esos sí, la entrada de adulto 15€, menores 9€ y entrada familiar de dos adultos y dos niños por 40€.
La proyección dura 1h 15 minutos, es el tiempo mínimo que vas a estar.
Luego comimos en el McDonald's que está enfrente de la parada del bus. Para la vuelta cogimos el bus 9 y enlazamos en la parada por la que pasaba el 1 hacia Burdeos. Había varias paradas anuladas que enlazaban con tranvías.
Recogimos las maletas, jugamos al futbolín en el hotel y nos fuimos a coger el bus 1 al aeropuerto. Nos sirvió el mismo billete desde la parada del McDonald porque no había pasado la hora.
El aeropuerto de Burdeos es pequeño y los controles se pasan enseguida. Tienes 2 horas gratis de wifi. Lo malo, que hace calor y los baños están muy sucios.