Como el día anterior nos despertamos y llenamos la panza. Cogimos unos bocadillos para hacer el picnic y nos fuimos a hacer una ruta. Está vez el Forau de Aiguallut.
Llegamos pronto aunque el parking más cercano al inicio de la ruta ya estaba lleno. Pudimos aparcar en el siguiente. Nada mal para lo lejos que estaba el último. Casi una hora de más andando. Iniciamos la ruta y ya impresionaba el paisaje.

Está ruta fue menos exigente que la anterior y para mi gusto más bonita.
Llegamos al Forau, hicimos unas fotos de rigor y continuamos a la cascada.

Más fotos y seguimos hasta la pradera.

Un espectáculo. Una gran extensión verde, atravesada por rios y cascadas y de fondo el Aneto con su pico nevado. De postal.


Allí estuvimos aproximadamente una hora. Comiendo, descansando los pies descalzos sobre la hierva, admirando la naturaleza, tumbandonos con la mirada al cielo, metiendo los pies en el agua helada. Una pasada la verdad.
A todo esto el clima acompañaba. Día soleado.
Cuando vimos que cambiaba un poco el tiempo, soplaba un poco de aire frío y se hacía un poco tarde, deshicimos el camino hasta el aparcamiento.
De ahí pusimos rumbo al hotel.
De ahí nos fuimos a ver la "Cascada de la Espigantosa".


Cenamos en el restaurante "La Parrilla Benasque". Cenamos muy muy bien.
