Día 3.
Hoy ponemos rumbo a Ujué:
Situado en la Navarra media oriental, es una pequeña localidad montañesa, enclavada en lo alto de una meseta, a 840 metros de altura.
La visita es todo un viaje en el tiempo ya que el carácter Medieval y defensivo de la localidad permanece intacto.

"La leyenda arraigada en la tradición local, atribuye el origen de Ujué al milagro vivido por un pastor, este se hallaba cuidando su rebaño cuando fue atraído por el vuelo de una paloma que, repetidamente, entraba y salía de un agujero.
El pastor se sintió atraído por el movimiento y trepó hasta el lugar, descubriendo allí una imagen de Santa María.
Atraídas por el hallazgo, las gentes de los poblados vecinos decidieron asentarse en el lugar de la aparición para, así, cuidar y honrar a la virgen, dando lugar al nacimiento de Ujué”.


Andar pos sus empedradas calles nos parece estar viviendo en la historia, calles sin un orden, mucha pendiente, y alfinal de ésta entramos a la Iglesia.

En la población encontramos la Iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué, del siglo XI, declarada Monumento Nacional.
Esta iglesia también guarda como relíquia el corazón del Rey Carlos II el Malo, que pidió que éste descansara a los pies de la imagen religiosa.


desandamos nuestros pasos para encaminarnos a nuestro próximo destino: Tafalla.
Pero pasando por la circunvalación de la ciudad, no nos pareció demasiado atractiva, por lo que decidimos continuar hasta Artajona y su famoso Cerco.