Día 1
Llegué a Venecia por la mañana. Desde el aeropuerto tomé el vaporetto y ya desde ahí se empezaba a ver lo especial que es esta ciudad. Dejé las cosas en el hotel y fui directo a la Plaza de San Marcos. Había mucha gente, pero vale la pena. Terminé el día cenando en una pizzería cerca del canal, muy bien.
Día 2
Visité el Palacio Ducal y crucé el Puente de los Suspiros. Después estuve caminando sin rumbo por callejones y canales, me gustó más esa parte que lo turístico. Por la tarde me animé a dar un paseo en góndola. Un poco caro, pero tenía que hacerlo al menos una vez.
Día 3
Fui a Murano y Burano. En Murano vi cómo hacen el vidrio, bastante interesante. Burano me encantó, todo lleno de casitas de colores. Saqué muchas fotos y comí pescado fresco en un restaurante familiar.
Día 4
El último día lo usé para dar un último paseo y comprar algún recuerdo. Me senté en un café frente al canal un rato, solo a mirar. Venecia es un lugar diferente, y aunque hay turistas por todas partes, tiene algo que te atrapa.
Este diario lo dejo también como recuerdo personal.