El pasado día 1 aprovechando la festividad hicimos una visita a la reserva.
Reservé unos días antes desde la web la visita completa en 4x4, que incluye además de los bisontes y caballos de Pzrewalsky, una ruta por el interior de la reserva donde se ve otra manada de ocho bisontes y los caballos Losino.
Esta visita está condicionada a un mínimo de 4 personas, y para mi disgusto, el día antes me avisan de que si no sale nadie más, no la podríamos hacer, y nos dan la opción de hacer la visita corta.
Como íbamos a ir pues el hotel de Aguilar de Campoo (un pueblo encantador, por otra parte) ya no era reembolsable, quedamos en que iríamos a las 11 al centro igualmente y allí ya se vería si había suertecilla.
Para mi desgracia, no la hubo
. Solo apareció una parejita que quería hacer la corta, así que esa fue la que hicimos. Aún así merece absolutamente la pena.
Primero un chico nos dio una serie de explicaciones sobre los bisontes en el centro y te pasan un corto documental. Hay un montón de paneles con diferentes informaciones también sobra la diversidad animal de la zona, y la montaña palentina da para mucho.
Después, nos subimos al todoterreno los cuatro con una guía y nos llevó a la zona donde tienen a los animales en semilibertad, pues allí tienen los comederos y una especie de refugios. Se baja a la caseta de avistamiento, pero estuvimos más tiempo fuera que dentro, ya que los bisontes empezaron a subir por las laderas y los pudimos contemplar a placer. A mí lo que más me interesaban eran los caballos de Pzrewalsky pues me parecen adorables y obviamente nunca había visto uno, y bisontes sí, aunque claro, ni de coña tan de cerca
. Los caballos se acercaron también pero se nota que son menos amigos de los humanos. Ya nos lo advirtieron, y parece ser que con el tiempo (y la costumbre) se van acercando más, porque antes se veían con suerte en la pradera.
La guía empezó a tirarles pienso mientras nos iba contando las vivencias que habían ido teniendo (se murió hace poco el macho más grande de la manada y menudo disgusto se llevaron; no tenían bebés en ese momento (me hubiera encantado ver uno)...etc)
Como éramos solo cuatro mas la guía, estuvimos fenomenal. Luego pasamos a la caseta y allí mi marido le dio de comer al bisonte más grande y vimos cómo mantienen la distancia caballos-bisontes pues la hembra de Pzrewalsky en cuanto los notaba cerca tiraba coces...
Fue alucinante. Estuvimos un montón de tiempo, eran ya las 13:30 cuando nos fuimos, y porque le dijimos a la guía que habría que ir a comer y esas cosas. No había nadie más y fue una visita casi personalizada. Los animales se movían por donde les daba la gana y nosotros detrás de ellos como bobos.
Se puede ir andando (o en bici) desde el centro de recepción pero por 3€ más tuvimos claro el ir en todoterreno (la otra pareja también); el camino estaba regulero con tantas lluvias y aunque tuvimos suerte pues esa mañana el tiempo nos dio una tregua, rasquilla hacía; y al final el camino ida y vuelta se acaba haciendo largo.
Me quedé con las ganas de ver al caballo Losino, y algún bebé bisonte. Me iré informando y en cuanto haya, volveremos. También les dije que me avisaran cuando nevase porque ver al bisonte en ese entorno, con la escarcha que se le forma en el pelo, tiene que ser una estampa magnífica.
Te dan un vale para un pincho si consumes algo en el bar que hay un poco más abajo, pero no lo utilizamos porque era ya tarde, queríamos ir a tapear a Aguilar y luego había que volver a casa.
Ahora quiero un caballo de Pzrewalsky