Villa Romana de Fuente Álamo -Puente Genil- Córdoba
Las
villas romanas son casas de campo más o menos lujosas dentro de extensas propiedades.
Pertenecen a familias de la élite, que las utilizan con fines residenciales y agropecuarios. Combinan el disfrute y la funcionalidad, el ocio y el negocio, algo muy del gusto de los romanos.
Las
primeras villas romanas aparecen a lo largo del siglo I a.C., en las zonas de más temprana e intensa romanización, el noreste y sur de la Península Ibérica
Representan una de las típicas edificaciones de entonces. Forman uno de los
referentes de la cultura romana en Hispania, mostrando un modelo cultural, social, económico y de organización del territorio de aquella época.
Por norma general se localizan en lugares elegidos de manera cuidadosa: clima propicio, fertilidad de las tierras, proximidad a fuentes de agua o cursos de ríos y, por supuesto, buenas comunicaciones. Además se procura que estuviesen integradas dentro de un hermoso paraje.
Respecto a su estructura física, siguen una compleja organización interna basada en las normas clásicas de simetría axial: un área en torno al cual se sitúan las todas las habitaciones y dependencias necesarias.
Es un gran patio central con una galería corrida que tiene accesos directos a las zonas residenciales, artesanales, almacenes y lugares de culto. La vivienda podía tener una o dos plantas. La mayor parte de los suelos están pavimentados con bellos mosaicos policromos, unos con representaciones figuradas y otros con motivos meramente geométricos.
Es frecuente la existencia de un conjunto termal para el baño y un sistema de calefacción bajo los suelos de muchas habitaciones.
Después de la caída de Hispania en el siglo V, muchas villas romanas son destruidas, otras abandonadas y algunas continúan durante la Edad Media con sus funciones productivas.
En España están catalogadas los restos de unas 500 villas romanas entre ellas la de Fuente Álamo. Puente Genil, Córdoba.
Fuentes
iberhistoria.es/ ...s-romanas/