Nosotros eramos un grupo de cuatro amigos y la mayoría lo pasó muy mal. Sobre todo, hubo mucho nerviosismo. Unos a otros nos íbamos contagiando. Es cierto, que aunque se nos avisó, nadie pensaba que el movimiento del barco iba a ser de esa dimensión. Pero doy la razón a Grecco, no voy a acusar de negligencia porque no tengo suficientes conocimientos para decir algo tan grave. Es más a mí se me atendió en la enfermeria e incluso he recibido una llamada de Iberocruceros para preguntar por mi estado. Lo cual es de agradecer.