traveller3 Escribió:
Pagar deudas politicas con puestos de responsabilidad que en sus decisiones hay vidas en juego, es de una irresponsabilidad brutal.... Pero es el juego de la polituca
Es el juego de la política con minúsculas, entre gente sin educación democrática
Pero también están los políticos buenos, que están ahí para ayudar y que saben hacer bien las cosas, aunque a veces (muchas veces) no puedan hacerlo
En España no hemos perdido nada de la cultura de "Papá Estado" que se tenía con Franco, parece mentira que con 40 años de democracia aún estamos peor que en los años 80, en cuanto a educación e implicación de la gente
Aquí no pagamos bien a los políticos, que son los que tienen que gobernarnos y hacer que las cosas funcionen para el bien común, cualquier persona de valía gana mucho más como abogado, gestor o tasador de la propiedad
Ya sé que pensamos que están más que pagados, pero si comparamos con otros países democráticos, son los que tienen peor sueldo
Quizá si ser político estuviera valorado y pagado como se debe, podríamos tener mejores gestores, pero ahora es imposible
La culpa también es de la gente de a pie, los ciudadanos somos críticos de boquilla, no nos implicamos en el bien común, a la vista está
somos egoístas e individualistas, también envidiosos y tramposos, si pudiéramos nadie pagaría a Hacienda, eso es así, aunque no nos guste admitirlo, poca gente valora lo comunitario
Generalizar es malo, pero cuando hay tanta gente que es así alrededor, querrá decir algo, ¿no?
Gobernar es muy, muy difícil, hay muchos intereses creados en el mundo, las multinacionales, la geopolítica y geoestrategia, se nos escapa al común de los mortales, algunos manejan los hilos y otros somos las marionetas, cambiar eso es casi imposible, creo que se necesitaría un cataclismo que se llevara por delante media humanidad para volver a empezar... Y que entre todos los que quedaran quisieran hacerlo mejor, claro
Debemos ser exigentes con las cosas verdaderamente importantes: educación y sanidad. Debemos ser exigentes con los gestores del bien común, pero se necesita EDUCACIÓN, SOLIDARIDAD, EMPATÍA e IMPLICACIÓN de toda la ciudadanía.
Madre mía, qué tocho
Saludos
Ángeles