Yo es que recorrí el país con coche de alquiler, entonces es más fácil llegar a los sitios (aunque se tarda la de dios en hacer nada de kilómetros, pero es más llevadero); imagino que con la paliza del transporte público pues te cambia el humor...
No, no es cátara, perdón; me confundí con la de Kotor, en Montenegro